Dolce y Gabbana utilizan drones para presentar ‘Fashion Devotion’

Sin Anna Wintour y con 45 minutos de retraso, así comenzó el último desfile de Dolce & Gabbana en Milán Fashion Week. Suele ser habitual que los desfiles empiecen con un poco de retraso pero esperar 45 minutos ya es demasiado, seguro que Domenico Dolce y Stefano Gabbana piensan lo mismo pero, ¿que iban a hacer si había invitados que se resistían a apagar su señal de wifi por unos minutos?

Una vez conseguida esta gran hazaña se abrieron las puertas del cielo y, para sorpresa y deleite de los asistentes, un pequeño dron salió de ella portando un bolso de la nueva colección que veríamos minutos después. Tras él otra docena, o más, que fueron inundando la pasarela con más bolsos en lo que parecía un baile.

Y los drones dieron paso a las modelos y a la colección que tanto se hacía derrogar, el primer outfit una modelo vestida con un «discreto» conjunto en blanco y negro y digo «discreto» porque lo que vendría a continuación sería de lo más extravagante, 100% Dolce & Gabbana.

El título de su colección Otoño / Invierno 2018 es ‘Fashion Devotion’. Para presentarla decoraron el fondo de la pasarela con lo que podría ser la réplica de un retablo de una iglesia, seguramente nunca sabremos si es así o es una decoración creada expresamente para la ocasión.

Un sinfín de símbolos y arquetipos espirituales como referencias al Jardín del Edén, collares clericales convertidos en detalles de camisas, ángeles, vírgenes, sombreros papales, bebés renacentistas, cruces adornadas reimaginados como pendientes extravagantes y querubines bordados en faldas y calcetines y las frases «Fashion Sinner», «Fashion is Beautiful» y «Royal Love» . Una mezcla de lo sagrado con lo profano de la que muy pocos habrían salido airosos.

El desfile fue una mezcla que vuelve locos los sentidos, ya que sobre la pasarela iban pasando de forma indiscriminada trajes chaqueta negros, un conjunto con aire deportivo confeccionado en terciopelo purpúra, un vestido rosa con cucharas, cuchillos, tenedores y cucharillas estampadas, un vestido beige totalmente ceñido al cuerpo combinado con una cazadora oversize con infinidad de borlas doradas junto con otras aplicaciones, otro vestido, este menos discreto con corpiño de lentejuelas rojas y un brillante brocado a modo de falda, un majestuoso abrigo negro de plumas, etc. podría seguir por horas.

Si estáis deseando ver estos diseños fuera de la pasarela no podéis perderos la Gala Met de este año ya que el tema es «Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination» y es más que probable que varios de los asistentes estén ya en contacto con los diseñadores italianos para lucir sus prendas ese día.

¿Todavía os estáis preguntando si los asistentes seguían sin señal de wifi? Tranquilos, cuando las luces volvieron a encenderse, también lo hizo la señal Wi-Fi.

Fuente: huffingtonpost.com y vogue.es