Para acabar uno de los días más potentes del día – y justo antes de saber quién sería premiado por L’Oreal como Mejor Diseñador–, la firma de sastrería vanguardista Duarte presentó su nueva colección.
Como bien sabemos, Duarte es una marca que tiene las bases muy asentadas en la producción de prendas, en la sastrería (siempre con un toque moderno) y en ser personal con cada cliente. Porque somos diferentes y necesitamos cosas distintas.
Eso por eso que esta colección de Invierno Otoño 2020, la firma levanta su segundo apoyo, su segundo pilar, partiendo de la base de diferentes prototipos que sirven de hilos conductores para mostrar lo que vestirá el cliente en su día a día.
Es la premisa que sirve de inspiración, recordando al funcionamiento de las casas de diseño de coches italianas, en especial de los de coches de los años 50, ese coche Alfa Romeo, que posteriormente encontrarían su versión más comercial para el gran público.
Estos marcarían las directrices del diseño del mañana y lejos de transmitirnos lejanía, sintetizaron a la perfección lo que se fue encontrando paulatinamente en lo cotidiano. ¿La razón? “Si te soy sincero, soy una persona a la que le encantan los coches. Viendo que el colorido nos encajaba con el Alfa Romeo de los años 50, no tuvimos dudas. ¿La realidad? La idea nace gracias a la investigación.”
Por tanto, esta inspiración acaba impregnando esta colección en todas sus vertientes. En cuanto a tejidos, se aprecian creps de lana y algunos abrigos de lana cocida más gruesos. La imagen es más formal, más limpia. Los hombros se reducen, también las siluetas; y como novedad, las piernas en chicos y chicas se alargan hasta el suelo, dejando bajos que arrastran.
Las combinaciones de color se hacen en diferentes grados de saturación y contrapuntos de colores más enérgicos. Porque todo lo que nace de Duarte, parten de él. “Predominarán los saturados. Marrones, grises, curdos, azules y toques enérgicos de amarillo y rojo.“
Las líneas puras de estos coches y sus siluetas más dinámicas es donde está el punto clave de la colección, en dinamizar las bases de su sastrería e introducirla sin apenas esfuerzo en un escenario común. El único estampado de la pasarela (abollonaduras de coches) se ven en blusas y pañuelos de forma sutil, sin entorpecer la pulcritud.
En definitiva, una colección que persigue la línea Duarte: sofisticada, limpia y con una estructura que ensalza la sastrería hacIa un nuevo nivel, la contemporaneidad.