EE.UU SE PREPARA PARA VER EUROVISIÓN POR PRIMERA VEZ

Hay eventos mundialmente espectaculares a los que una parte de la población no interesa demasiado o, simplemente, no puede verlos en sus casas. Esto ocurre con eventos deportivos, como la Super Bowl o la Indy 500, casi sagrados en Estados Unidos, pero totalmente prescindibles en Europa, por ejemplo.

Lo mismo ocurre allí con respecto a nuestro continente: la tan esperada Eurocopa 2016 no significará nada para los norteamericanos, al igual que el famoso Festival de Eurovisión, cuya final está a poco más de una semana, y que es considerado el mayor espectáculo musical del mundo, pero en el que los estadounidenses no tienen representación y, por tanto, nunca se ha emitido en este lugar.

Pero este año, en su sexagésima edición, la cosa va a ser bien distinta, ya que el festival se va a poder disfrutar en este lugar. Y ello va a ser posible gracias al canal Logo, que ha adquirido los derechos con la Unión Europea de Radiodifusión (UER). Este canal quizás resulte desconocido para la mayoría. Perteneciente al grupo Viacom’s Music Entertainment, es el de la Comunidad Homosexual, Lesbiana, Bisexual y Transgénero (LGBT), que se encuentra en los televisores de los hogares de cincuenta millones de estadounidenses, por lo que esta adquisición no ha sido, en principio, mala idea.

Logo, por otra parte, emitirá también la final de la gala en su web, LogoTV.com y en su aplicación para dispositivos móviles, LogoTV. Si bien el año pasado el festival se pudo ver en 46 países, este año se suma, por primera vez, un nuevo espectador, que quizás sume más datos de audiencia a los 200 millones que disfrutaron del festival el año pasado. «Estamos muy contentos de que, por primera vez, el mayor espectáculo del mundo se emita en vivo en uno de los mayores mercados de televisión», ha expresado el director ejecutivo del festival, Jon Ola Sand, en el comunicado de prensa de esta noticia, ya que «el festival es un fenómeno mundial» y que los estadounidenses «se podrán unir a los de Europa, Australia y Asia en disfrutar del festival más antiguo de música».