Parece que la guerra entre Pablo Motos con ‘El Hormiguero’ y David Broncano con ‘La Revuelta‘, sigue abierta. Las audiencias de ambos programas están funcionando muy bien en la franja horaria de su emisión y esto es algo bastante obvio. Pero, sin embargo, parece que los espectadores empiezan a estar un poco hartos de Pablo Motos, sobre todo, porque el formato de ‘El Hormiguero’ ha funcionado durante muchos años, con pocos competidores y, ahora, que Broncano hace un tipo de televisión diferente, mucho más fresca y menos preparada, le está haciendo perder a Motos bastante audiencia y no importa el invitado que tenga, los datos, son los datos.
En la pasada noche, el invitado estrella de Pablo Motos fue el actor Ricardo Darín, que fue hablar de la obra de teatro que representa en Madrid. Y, en ‘La Revuelta’, el cantaor Israel Fernández y el actor Eduard Fernández, que ganaron con creces al programa de Motos. El programa de Broncano ha firmado un 15,6% de share y 2.049.000 espectadores mientras que Pablo Motos y ‘El Hormiguero’ han caído hasta el 13,3% de share, con menos de 2 millones de espectadores, haciendo su mínimo de temporada.
Hasta ahora, durante la franja de estricta coincidencia, ambos programas estaban muy igualados, solo eran décimas las culpables de la guerra entre los dos programas. Pero, ¿qué estará pasando?. Pablo Motos se está hundiendo ya que, en esta ocasión, solo hizo un 12,6% mientras que Broncano se crecía en RTVE con un 16% de share, siendo el líder absoluto de la franja y convirtiéndose en lo más visto del día. Sin duda, Pablo Motos debe de plantearse cambiar las estrategias de las entrevistas que hace, sobre todo, porque se están quedando antiguas, poco dinámicas y nada frescas. ‘El Hormiguero’ es un buen formato, solo tiene que renovarse.
Mientras que David Broncano sigue haciendo de las suyas en RTVE, la cadena pública se está convirtiendo en lo que era hace unos años, líder en muchos de sus formatos televisivos por innovación y jovialidad, algo que está gustando al espectador y que es está haciendo que la gente joven vuelva a ver la televisión, algo que hacía tiempo que no pasaba, sobre todo, porque si el futuro de la sociedad no ve la tele, acabará perdiéndose las grandes tradiciones. Eso sí, si tuvieramos que preguntar, por la calle, con quién verían las Campanadas, ¿a quién elegirían los más jóvenes? Creo que todos lo tendrían bastante claro.