La testosterona está de moda y así nos lo ha hecho saber el aclamado diseñador alemán Philipp Plein sobre una de las grandes pasarelas del mundo de la moda, Milán Fashion Week 2016. Plein ha descargado toda su creatividad y glamour sobre sus nuevos diseños y es que… ¡Es el turno de vestir a los hombres!
En un desfile marcado por la seriedad de sus modelos, los complementos han sido unos de los grandes protagonistas. Skates adornados con múltiples piedras, en ocasiones brillantes, rompían con la monotonía del negro que inunda cada vestimenta, dándole a su vez un arraigado toque callejero. Por otro lado, y siguiendo en la línea de los complementos, las mochilas han sido una constante en cada diseño. Colgadas a la espalda o bien llevadas en la mano, intenta devolvernos a la época más chulesca del añorado –para algunos- instituto. A su vez, aquellas envueltas en pedrerías con el símbolo del aclamado súperhéroe de los años cincuenta, Súper Man, recalcan que en esta ocasión los reyes de la pasarela son ellos. Sin olvidar –por supuesto- al creador de estos diseños, todo sea dicho.
Aunque su arrolladora estética rockera ha estado presente, pues es su marca de identidad, en esta ocasión ha optado por creaciones muchos más lineales. Con el negro como bandera, cada chaqueta; cada pantalón y cada diseño, nos lleva hacia un ambiente de lo más cosmopolita, mezclando la contemporaneidad y el lujo que reflejan a la perfección el estilo icónico del diseñador. Los diseños, perfectamente acabados, han sido creados jugando con múltiples materiales, que van desde el cuero hasta las pieles. La combinación de materiales ricos y distintivos, y los brillantes y mates crean increíbles juegos de luces y sombras, lo que origina efectos visuales deslumbrantes. Por otra parte, el inusual y meticuloso uso de los materiales combinados con originales detalles, a veces muy transgresores, hace que cada pieza sea única.
En este universo, creado por Plein, lo que cuenta es darle vida a cada tejido con imaginación y precisión, con el único fin de tener alguno único y puro. Y es que nadie puede decir que estos diseños no son suyos, pues vemos en cada puntada, en cada hilada y en cada pequeña cremallera el espíritu y personalidad de su autor, Phillip Plein.