Segunda colección que Pierpaolo Piccioli presenta en solitario y en la que vemos como ha comenzado a dar rienda suelta a su imaginación y rescata su gran idea de la mezcla de colores imposibles como fue la combinación del rosa y el rojo. Tras la marcha de su compañera creativa Maria Grazia Chiuri, a la casa Dior, Piccioli intenta mantener la línea de la firma. Pero con sólo ver el desfile podemos intuir que habrá bastantes cambios…
El movimiento artístico e industrial de los años 80, en el que se unieron diseñadores famosos de diversas nacionalidades y al que denominaron Memphis, es el que le inspira para este desfile. Un movimiento que usa estampados tipo patchwork, numéricos, florales, formas infinitas y color, mucho color. Destacan los tonos intensos como el azul celeste, el amarillo, el nude y el clásico negro, además de la mezcla tan viva del rojo y el rosa.
El romanticismo de la casa Valentino no se pierde nunca, en esta ocasión vemos vestidos sin cintura que caen hasta los tobillos otorgando una gran fluidez a la prenda. Mangas de época y cuellos altos de estilo victoriano. «Quería profundidad y romanticismo conjugado con una silueta moderna, crear piezas que se pueden usar perfectamente por separado: una camisa blanca o una falda combinada con otro jersey», dijo Pierpaolo.
Ambas tendencias mezcladas dan el bombazo que Piccioli deseaba para esta Fashion Week de París. «Creo que si te sientes seguro, te atreves incluso a mostrar abiertamente tu sensibilidad, lo que te hace más fuerte», declaró Pierpaolo que deja claro que esta muy seguro de sí mismo y de sus creaciones.
Con este desfile quiere dar una nueva visión de la alta costura: «Creo que la moda está para cumplir los sueños, pero a veces tu sueño puede ser que te lo puedas poner todos los días».
Fuente Imágenes: Maison Valentino