En un contexto donde la cercanía con las personas es más limitada que nunca, pedir una foto con tu pareja, amigos o familia a unos extraños se torna como algo atípico e inusual. La responsabilidad social se ha convertido en la norma del día a día de cada uno de nosotros. Siendo sincero, me han pedido hacer fotos por la calle, pero esa realidad es cada día más ajena. Por ello, el selfie podríamos denominarlo no solo el autorretrato del 2020, sino también la tendencia fotográfica del año.
Desde que el selfie se popularizara en 2013, siendo escogida como palabra del año por el diccionario Oxford, pasando por la célebre imagen de los asistentes de los Oscar posando junto a Ellen Degeneres hasta la actualidad cuando se ha convertido en el único modo de obtener una fotografía de forma ética. Hubo un momento en los últimos años que teníamos tan integrado el concepto que ya no era relevante a nivel social y se había implementado en nuestra forma de vida. Pero, como he dicho antes, el selfie en la actualidad dispone de una funcionalidad práctica en época de coronavirus.
Otro elemento a tener en cuenta es el desarrollo tecnológico. Cada año que pasa, las cámaras de los teléfonos mejoran y permiten captar mejores imágenes. El arte ya no solo se puede definir en términos de fotografía profesional (o de forma pictórica), sino que ya es una cuestión popular, que nos pertenece a todos, el selfie como un autorretrato amateur de inmensa relevancia social.
El selfie también se debe entender en el mundo de las redes sociales. La necesidad de publicar imágenes que relatan lo que haces en el día a día. Esa forma de compartir contenido de forma individual es uno de los espacios donde el selfie tiene más relevancia.
Las celebridades y estrellas más conocidas han hecho eco del selfie en las redes sociales, Por ejemplo Kaitlyn Dever, Tom Holland, Asa Butterfield, Timothée Chalamet, Anthony Hopkins, Mark Ruffalo…
El selfie es, sin duda, el gran autorretrato del 2020 ya sea por ser el método más higiénico de hacer una fotografía o por la inmensa posibilidad tecnológica con las cámaras de los móviles. También el recurso de los efectos que juegan con las caras de las personas es un elemento que llama mucho la atención entre las personas. También ante la imposibilidad de abarcar el mundo entero en un momento donde las fronteras han sido cerradas y los viajes son mínimos, nos permitimos captar la bonita privacidad en un selfie que encierra nuestra individualidad.