‘El sustituto’, es una película de Óscar Aibar que se presenta en el Festival de Málaga y está protagonizada por Vicky Luengo y Ricardo Gómez, donde encarnan a dos personajes de los años 80 para resolver un crimen que sucedió entre los radicales de la época y un policía corrupto que condenaba los hechos en secreto. Un thriller con aires de nostalgia narrado por la protagonista 20 años después de lo sucedido.
Sinopsis: 1982. Un joven policía curtido en los barrios más duros de Madrid acepta un destino en un pueblo de mar con la esperanza de curar a su hija y, de paso, ganar algo de tranquilidad. Una vez allí, se ve envuelto en la investigación del extraño asesinato del inspector al que ha de sustituir. Las pesquisas le llevarán hasta un hotel playero donde una comunidad de ancianos nazis, reclamados por muchos países por crímenes contra la humanidad, vive un retiro paradisiaco y feliz.
‘El sustituto’ es un film que está basado en hechos reales, una historia que sucedió en la costa de Denia y que desembocó en trágicos hechos por culpa de los radicales de la época. Esta historia está contada desde un punto de vista muy dramático y real, esto da un toque de empatía con el espectador que ve la película. Además, la época en la que está ambientada refleja a la perfección la sociedad de entonces: el radicalismo, el machismo, la corrupción y el poder, estos son los imprescindibles de una película larga pero con una gran historia.
Cuando hablamos de películas que viajan en el tiempo, tenemos miedo a convertirnos en básicos y hacer de ellas grandes tópicos, pero, esto es una gran película. La ambientación y la calidad global es un autentico placer audiovisual y si hablamos de la calidad interpretativa de los actores, nos quedamos solos. Hay que decir que Ricardo Gómez hace un personaje impresionante, una mirada dice más que mil palabras o eso dicen, pero es que si la mirada de Ricardo, hablase, moriríamos todos. El actor traspasa la pantalla y se convierte en magnetismo puro. Esto, acompañado de la gran Vicky Luengo que borda su personaje de doctora en el Hospital de la zona, ella también de ‘sustituta’. Sin ninguna duda, la conexión de estos dos personajes hace que la película consiga un ritmo infalible y digno de valorar.
Cuando una película hace su función de entretener y conseguir que tu mirada no se aparte de la pantalla, hay que valorarlo. Cuando las interpretaciones son sublimes hay que decirlo y si la historia es digna de contar y hace que en el último momento, te ponga la piel de gallina, hay que contarlo. (Valoración: 8/10)