Los libros no son nada sin una buena historia detrás, las flores no son flores si no florecen, así pues las películas no son nada sin el vestuario que recrea o representa la fascinante historia que llevan a cuestas, las carteleras se llenan con estreno tras estreno, si bien esto no da el éxito a aquella que se aventura y se expone al juicio de todos, solo aquellas en las que el vestuario toma verdadera importancia son las que sin duda tienen más posibilidades de triunfar.
Los años pasan, las películas se estrenan, y año tras año una tras otra intenta recrear o representar aquellas épocas, que algunos aun guardan en la memoria y otros imaginaban gracias a los libros, la historia nos ha regalado verdaderas joyas representativas de aquellos tiempos, un discurso de arte que solo algunos elegidos saben representar, siendo que la intención de todo vestuario usado en cine, televisión y teatro es sumamente importante para reforzar la visibilidad de la obra.
El vestuario hace historia en la gran pantalla, echemos un vistazo.
Estilismos como los conseguidos en la reciente Phantom Thread una historia que se recrea en los años 50, con la que Mark Bridges obtuvo el Oscar a mejor vestuario en 2017, representa la obsesión por la belleza y el detalle, vestidos que convierten a la película en un desfile de alta costura, totalmente recomendada para aquellos que disfrutan del mundo de la moda.
Pasamos un clásico Moulin Rouge con un vestuario de escándalo y una fotografía muy estudiada, que se lanzó a la gran pantalla en 2001 y nos sumerge una historia de amor vivida a principios de siglo (1900), para muestra un botón o unos vestidos, las responsables del vestuario de Moulin Rouge son Catherine Martin y Angus Strathie.
Otra obra que cautiva además de por el argumento es El gran Gatsby ambientada en los años 20, esta producción recrea fielmente los vestidos de cadera baja, los alocados looks de las llamadas flappers de la época, chicas liberadas que decían adiós mediante el vestuario a las ataduras dominantes machistas y daban un paso adelante hacia el movimiento de la liberación femenina.
Después de todas las películas de Harry Potter parecía ya todo perdido en el mundo mágico, hasta que en 2016 el cine nos trajo Animales fantásticos y dónde encontrarlos – Fantastic Beasts and Where to Find Them, un película que también se recrea a mediados de los años veinte y nos transporta de una manera gráfica y mágica a estos años, como no sentirse transportado, cuando los minuciosos detalles y cuidado de Colleen Atwood hicieron que la muestra fuera exitosa.
Y por último la relativamente reciente serie en Netflix Stranger Things, podemos ver una fiel copia de los estilismos en los años 80, y esta es sin duda es una de las razones por las que hoy en día pocos pueden decir que no han visto esta serie, la responsable es Kimberly Adams directora de vestuario, asegura es una recreación fiel y no una reinterpretación del estereotipo de los años 80.
Como veis tan importante es recordar la historia detrás de una producción como el vestuario que lo representa, la moda es la encargada de dar vida y sentido a aquellos personajes que llenan nuestra memoria, pues se convierte en la maquina del tiempo que nos transporta al pasado casi instantáneamente.