El verano se acaba y la vuelta a la monotonía está al acecho. Queda poco para comenzar las clases o volver a la sala de trabajo. El buen tiempo y la playa solo han sido un espejismo que ha durado tres meses.
Pero no todo son malas noticias, ya está en nuestras carteleras una de las películas con más estilo de lo que va de año: el noveno film del cineasta nacido en Knoxville (Estados Unidos) Quentin Tarantino.
Érase una vez en… Hollywood cuenta la historia de dos personajes en el Hollywood de finales de los años 60. Rick Dalton, un actor de westerns que está de capa caída y Cliff Booth, su especialista, relegado a chico de los recados.
En paralelo a las andanzas de estos dos pintorescos protagonistas, la película nos presenta de forma limitada la situación política del país: la guerra entre el movimiento “flower power” que instaba a acabar con la guerra en Vietnam, y el gobierno de Nixon que estaba a favor de las intervenciones militares en el Pacífico.
También acontecemos a la vida de Sahron Tate (esposa del director Roman Polanski) que fue asesinada por la familia Manson (una secta violenta). Y por casualidad, en la película, los protagonistas son vecinos de los Polanski.
La cinta pertenece al género buddy film que se caracteriza por mostrar las peripecias de dos protagonistas, y como a lo largo de la trama su relación es puesta a prueba. Aun así, también se puede catalogar la cinta como una película de historias cruzadas, ya que se cuenta la historia de varios personajes.
La cinta pertenece al género buddy film
El reparto es de ensueño: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Al Pacino, Bruce Dern, Luke Perry, Kurt Rusell… y sigue una larga lista de celebridades. No se puede pedir más para disfrutar a lo grande!
En mi opinión, no es de las mejores películas de Tarantino, aunque por momentos recuerde a Pulp Fiction, su mejor obra. El film tiene grandes aciertos: los actores, la fotografía, la Banda sonora, la ambientación, los personajes principales y el buen rollo y estilo que transmite.
En mi opinión, no es de las mejores películas de Tarantino, aunque por momentos recuerde a Pulp Fiction
Sin embargo, los defectos son muy perceptibles. Al haber tantos personajes, muchos de ellos están desdibujados y nos gustaría que apareciesen más en pantalla. Considero también, que hay un exceso de referencias cinéfilas por parte de Tarantino. Está bien que predique sus gustos, pero llega un punto que puede cansar al espectador más lúdico. No hace falta que puntualice tanto.
Muchos personajes están desdibujados y nos gustaría que apareciesen más
La siguiente cosa no es un defecto, sino más bien un anhelo, y es que echo en falta alguna secuencia de media hora (típica “tarantiniana”: como la del bar en Malditos Bastardos) que tenga una presentación, un desarrollo y un desenlace, y que todo sea guiado por diálogos ingeniosos.
En general, es una película divertida, con un guion desenfadado y unos actores en estado de gracia. No es ni la mejor, ni la peor cinta de Tarantino. Se situaría más o menos en mitad del ranking de sus películas. Es más satisfactoria que su anterior trabajo, Los odiosos ocho. Se puede percibir a un director más maduro, cerca del final de su trayectoria como cineasta y más crepuscular. Dicho esto, no se la pierdan y vayan a verla porque con toda seguridad sus risas se perderán en el alboroto cómico y colectivo de la sala de cine.