¿Qué es cultura y qué no? Seguro que en algún momento esta pregunta ha rondado por la mente de muchas personas. Y más ahora, cuando todo el mundo parece tener el poder de dictaminar lo que merece ser llamado así y lo que no. Hemos oído grandes debates sobre si la última película comercial puede ponerse a la altura de la gran obra maestra del director más abstracto de la historia. También hemos oído expresiones como “esa última canción de moda no es cultura, es un producto, nada tiene que ver con Mozart o Beethoven”. Y por no hablar de los museos, donde parece que sólo se puede considerar cultura y arte las obras expuestas en sus paredes.
El problema con estas ideas, es que, desde el primer momento en el que hablamos de lo que puede definirse de esta forma y de lo que no, estamos confundiendo términos. Lo que pensamos que merece ser llamado así, son las concepciones que todos tenemos de la Alta Cultura. El Canon que siempre nos han enseñado en Historia del Arte. Una visión elitista de ella, que deja a un lado la cultura más popular y de masas. Además, es muy común confundir arte con cultura. Esta última abarca mucho más. No solo son las artes y las ciencias, sino los modos de vida.
La Cultura es como un campo de batalla. Está llena de discusiones, contradicciones y encontronazos. Se usa para alabar un pueblo, una identidad, como símbolo de diversidad, pero también como arma e inicio de guerras a lo largo de toda la historia. Si nos fijamos en la definición de la UNESCO, tampoco ayuda mucho a aclarar en qué consiste.
Esta debe ser considerada como el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modelos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, tradiciones y creencias. En definitiva, las diferentes culturas definen a los seres humanos, y una cultura en concreto define la propia identidad del grupo o individuo.
La cultura no son sólo las artes y las ciencias, sino los modos de vida
Lo cultural crea valores identitarios, no solo valores de uso. El cine, la literatura, las artes plásticas y escénicas tienen que ver con la construcción y manifestación artística de un país, por eso son los grandes referentes en temas culturales. Pero las tradiciones y costumbres también son cultura. La UNESCO añade: son actividades, bienes y/o servicios que, considerados desde el punto de vista de su calidad, utilización o finalidad específica, encarnan o transmiten expresiones culturales, independientemente del valor comercial que puedan tener.
En definitiva, cultura es todo aquello que nos hace ser nosotros mismos. Lo que nos identifica, todo lo que heredamos, aprendemos y consumimos. Todo lo que construimos como país, generación o territorio. Todo lo que nos hace ser humanos es cultura. Ahora, es cada uno el que, bajo su propio criterio y a nivel personal, pone el límite a lo que considera cultura.
Por eso mucha gente sigue sin considerar la cultura pop o cultura de masas como algo que merezca estudiarse. Recordemos que, hasta hace relativamente poco tiempo, la televisión no entraba dentro de los Estudios Culturales. La definición de cultura es tan amplia y poco clara, que el debate siempre estará presente.