No hay nada mejor que un mes dedicado a los libros y a esas almas creativas que nos hacen rellenar nuestras estanterías con historias con las que sonreír, llorar y, en definitiva, emocionarse. Hoy tenemos la suerte de poder hablar con una de las escritoras más prometedoras de este país: Espido Freire.
Porque de lo que no hay duda, es que Espido Freire es un referente en la novela española desde que, a la edad de 25 años, se convirtió en la ganadora más joven en ganar el Premio Planeta. Como ella misma dice, «ha pasado mucho tiempo desde aquella novela, Melocotones helados», un tiempo que le ha servido para crecer, aprender, estudiar y profundizar más en sus historias. Ya no es la misma persona y eso lo demuestra en su última novela, De la Melancolía.
¿En qué se inspiró Espido Freire para escribir esta novela?
Quería contar dos historias muy diferentes, pero con un nexo en común: la supervivencia ante el dolor. El que todos reconocen, el de la guerra, el exilio, la desgracia de los expatriados, pero que nadie quiere abordar, que es la de Lázaro, y la de Elena, a la que todo el mundo resta importancia porque se considera algo trivial, algo de lo que no merece la pena quejarse, a riesgo de parecer débil.
¿Con qué personaje te identificas más?
No me identifico con ninguno, por suerte. No soy una autora que se base particularmente en la autobiografía. Elena pasó una depresión, como yo, pero ahí se acaban nuestras similitudes en vida, familia, emociones o carácter. Me gusta más que sea el posible lector el que se sienta reflejado.
“Quería contar dos historias muy diferentes, pero con un nexo en común: la supervivencia ante el dolor”
En este nuevo libro aparecen muchos tipos de tristezas dependiendo de la causa… ¿Pero cuál dirías que es la más dura de afrontar?
Sin duda, la del fallecimiento de un hijo.
¿Y qué ha llevado a Espido Freire a escribir sobre la tristeza?
Porque por lo general escribo sobre aquello que encuentro oscuro, olvidado o relegado en la sociedad, y creo que la tristeza es uno de esos temas. Y respecto al desamor, muchas novelas tratan sobre él, pero no de una manera sincera, sin grandilocuencias. La novela y lo épico van muchas veces de la mano, y la vida… bien, la vida no es así.
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¿Crees que se necesitan más libros sobre desamor entre tantos libros románticos en la actualidad y a lo largo de la historia?
No me atrevería a decir que se necesitan. Yo no soy lectora de novela romántica; no comprendo muy bien qué buscan los lectores en ellas, quizás porque yo no lo encuentro. Creo que la variedad es necesaria, y que es una gran riqueza el que se publiquen ahora mismo géneros tan diversos.
¿Y qué crees que van a sentir los lectores al leer esta novela?
Me dicen los que ya la han leído que sienten que se sumergen bajo el agua y luego salen hacia la superficie; algunos me dicen que creen que me he metido en su cabeza… Me emociona que digan eso. Ojalá más lectores sientan esa identificación y esa sensación de que todo va a ir bien, al fin y al cabo.
No hay nadie mejor que la propia escritora para decirnos qué tiene de especial De la melancolía…
Yo creo que lo que puede llamar la atención y lo que destaca dentro de este título es su capacidad poética, y el ir de lo más pequeño (historias de la puerta de al lado, de todos los días) a más lo grande (la pérdida, la muerte, el amor, la esperanza…)
¿Y cómo ha sido el proceso de documentación para esta novela?
En el caso de la historia de Lázaro, historias, conferencias, reportajes, ensayos, han sido la base. No tan largo como en otras novelas anteriores, porque la historia requería entender más al personaje que describir situaciones, pero igualmente apasionante.
Espido Freire: “Ojalá más lectores sientan esa identificación y esa sensación de que todo va a ir bien, al fin y al cabo”
Ahora mismo te piden que se lo recomiendes a alguien… Y ese sería…
Se lo he dedicado a todo aquel que se haya sentido herido por la melancolía. Creo que a una persona que en algún momento de su vida haya tenido la impresión de que pisaba en terreno resbaladizo le gustará.
¿Dirías que este título tiene algo que ver con algunos anteriores o es diferente a todo lo que habías escrito antes?
Rompe con una serie de novelas históricas que había comenzado con Soria Moria, el Premio Ateneo de Sevilla, y enlaza así con las anteriores, Melocotones Helados, Diabulus in Musica… Es menos grandilocuente, pero más real, creo.
“Creo que a una persona que en algún momento de su vida haya tenido la impresión de que pisaba en terreno resbaladizo le gustará”
Tras tantos años de experiencia en el mundo de la literatura, ¿has notado algún cambio en tu forma de escribir, los temas que trata… entre sus primeras novelas y las últimas?
Sí, claro, malo sería que tras 22 años no hubiera una evolución… no soy la misma persona. He leído mucho más, estudiado mucho más, vivido algo más también. También la manera en la que percibimos la realidad es muy diferente. Vivimos en el momento de lo subjetivo y lo simultáneo. Las historias más simbólicas, con una influencia clara de lo gótico, han dejado paso a una introspección psicológica mayor, y a una visión más amplia, creo.
Has escrito novela, relatos, ensayo, poesía, teatro, has hecho traducciones… ¿Pero hay algún género en el que te sientas más cómoda?
En el relato, sin duda. El teatro también me permite esa comunicación directa, inmediata. Cuento y teatro.
¿Cuál es el libro favorito de Espido Freire?
Coinciden, en este caso: Hamlet, de Shakespeare. Pero me cuesta mucho elegir un solo autor o un único libro.
“Malo sería que tras 22 años no hubiera una evolución… no soy la misma persona. He leído mucho más, estudiado mucho más, vivido algo más también”
Veo que tiene perfiles en redes sociales y está especialmente activa. ¿Cree que es importante para los autores, y para la literatura en general estar presente en el mundo digital de Twitter, Instagram…?
No, no creo que sea importante, ni siquiera necesario: pero es una opción más, y a mí me ha apetecido explorarla. Me permite comunicarme de manera directa con los lectores o con los curiosos, facilita mi trabajo con marcas, y además me ha puesto en contacto con gente interesantísima en materia de difusión cultural. Twitter me ha hecho tener un contacto estrecho con los oyentes de la radio, por ejemplo, e Instagram me permite mostrar otras aficiones: la moda, los viajes, el arte, mis gatitas, cualquier cosa que se me ocurra. En YouTube hice con Zenda una serie muy interesante sobre dudas literarias, y en otros aspectos aún está todo por explorar.