Durante años el concepto moda ha ido unido a la idea de que «para presumir hay que sufrir» pero, si algo caracteriza a este sector, es su continua evolución hasta el punto de cambiar todo lo que un día estaba establecido. Todo cambio en la moda surge por uno o varios cambios en la sociedad; el estilo oversize nació con el objetivo de acabar con la idea de que una mujer es más elegante cuanto más ceñidas son sus prendas. Un ejemplo claro de ello es Julia Roberts en los Globos de Oro de 1991 luciendo un icónico traje masculino.
Camisetas, chaquetas, abrigos, pantalones…existe una versión oversize de todo pero sin duda la mayor tendencia de este estilo son las Blazers, una prenda que se diseñó para darle formalidad al look pasó a formar parte de estilismos casuales y de oficina y, hoy en día, son perfectas hasta para llevarlas como vestido. Son ideales para todo tipo de ocasiones porque existe una variedad increíble de colores y estampados, estos son algunos ejemplos de cómo llevarlas:
Es perfecta para los días que sentimos que nuestro look necesita un toque diferente. Una blazer estampada o de un color que contraste con el resto del outfit conseguirá que llevemos nuestro estilismo a lo más alto.
Recurrir a un traje llamativo o a un vestido blazer negro puede sacarnos de un apuro en muchas ocasiones, son fáciles de combinar y lo más importante, irás cómoda sin dejar de lado las tendencias.
Para ocasiones más especiales en las que decidamos arriesgar con nuestro look, un clásico que se ha repetido año tras año es el vestido blazer metalizado. Es elegante, cómodo y perfecto para esas noches en las que queremos brillar a toda costa.