La industria cinematográfica española es una de las más importantes a nivel mundial, es por eso que a lo largo de la historia ha habido grandes directores españoles que han transgredido la manera de hacer cine no solo a nivel nacional, sino también internacional.
Uno de los primeros y más importantes realizadores fue Luis Buñuel, amigo de Federico García Lorca y Salvador Dalí. Buñuel tenía un estilo rompedor por el hecho de que sus películas trataban temas adultos, controvertidos y en ocasiones, surrealistas. El director tiene diferentes etapas en su filmografía: La primera etapa de los años veinte y treinta del siglo pasado que incluye películas como Las Hurdes, una crítica desalentadora de la pobreza del país, así como también el mediometraje Un perro andaluz realizado junto a Dalí. Esta obra representa las pesadillas y sueños del pintor, por lo que todo es onírico.
A modo de apunte, el estreno de Un perro andaluz se produjo en Francia y los espectadores salieron tan enfadados de la sala de cine, que la prendieron fuego y el cine acabó en escombros. Con esto vemos que Buñuel no fue un director de cine al uso. Las demás etapas del director corresponden con los países en los que habitó debido a su exilio del régimen franquista. Destacamos la fase mexicana con películas como Los Olvidados, Él, Ensayo de un crimen; y la etapa francesa con Bella de día, el discreto encanto de la burguesía o ese oscuro objeto del deseo.
https://www.youtube.com/watch?v=PIgrpFCmK6I
“La realidad, sin imaginación, es la mitad de realidad”- Luis Buñuel
Mientras que Buñuel estaba en el exilio, otros realizadores hacían cine en España e intentaban escapar de forma sutil a la censura de la época. Destacamos Luis García Berlanga que se convirtió durante la década de los años sesenta en el cineasta más importante del país. Berlanga utilizaba la comedia para describir unos personajes azotados por la miseria y la pobreza, y así ofrecer una crítica sutil al régimen de Franco. Películas como La escopeta nacional, el verdugo, la vaquilla o plácido permanecieron en la memoria de muchos españoles.
Durante la transición se produjo una explosión cultural que también llegó al cine. Muchos cineastas jóvenes con ideas revolucionarias comenzaron a hacer cine, mencionar a Víctor Erice que dirigió El sur y El espíritu de la colmena, también Carlos Saura con películas como La Caza o Cría cuervos. Ambos realizadores representaron muy bien los miedos y la manera de vivir de la época con un realismo poco antes visto en el cine español.
Durante el mismo periodo, apareció un talentoso joven manchego que decidió dejar atrás sus miedos y ponerse a hacer el cine más reivindicativo, divertido y personal de la época. Aquel joven era Pedro Almodóvar. Sus películas representaron toda una época de libertad sexual, intelectual y cultural, en suma tuvo la capacidad de recoger todos esos sentimientos libertinos y llevarlos a la gran pantalla. Películas como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón; Mujeres al borde de un ataque de nervios; Átame, Tacones lejanos… se convirtieron en la voz más provocativa del cine español. Hasta el día de hoy, cada vez que Almodovar estrena una nueva película es como si se celebrase un gran evento mundial. ¡Brindo por ello!
“Nací en una mala época para España, pero realmente buena para el cine”- Pedro Almodóvar
Actualmente, podemos decir que la creatividad de los directores ha sido sustituida por la rentabilidad y el deseo de hacer dinero. Hoy en día, apostar por obras originales es mucho más difícil que antaño. Sin embargo, desde los noventa hasta hoy, ha habido algunos directores que han marcado tendencia en el cine español. Incluimos a Alex de la Iglesia (El dia de la bestia, La comunidad, Acción mutante…), Alejandro Amenábar (Tesis, Los otros), Juan Antonio Bayona (El orfanato) y Alberto Rodríguez (Grupo 7, La isla mínima). Lo dicho, toda esta nueva generación de directores españoles comenzaron a hacer cine con obras personales y originales, pero a medida que han ido obteniendo fama y éxito, han sustituido su personalidad por hacer un tipo de cine más comercial.
“Lo fascinante del cine es colocar al espectador en posiciones morales en las que nunca estuvo” Álex de la Iglesia
En resumen, los grandes cineastas españoles surgieron en situaciones excepcionales, impulsados por la situación política y cultural que vivían. En la actualidad, pocos directores de cine tienen la capacidad de innovar en la manera de contar las historias o filmar con una visión única (esto se aplica también a nivel internacional). Estamos en un momento de la historia, en el cual el cine ha perdido su magia reveladora y ofrece lo que el público pide, es necesario más que nunca volver a las raíces del arte y la creación.