Ya estamos en el mes de septiembre y acabando sus vacaciones, unos días en los que la mayoría ha cometido excesos y ha descuidado su alimentación, algo, por otra parte totalmente normal y comprensible, de hecho, según una encuesta de www.nutritienda.com la empresa online líder en productos de salud y belleza un 61% de los españoles engordan durante el verano una media de 3 kilos, los que más, los que se encuentran entre los 45 y los 53 años casi ocho de cada diez de ellos gana unos kilos en sus vacaciones.
Muchas personas creen que quitándose los alimentos que más engordan pueden bajar peso en poco tiempo, pero esto no es lo adecuado ya que lo importante es tener unos buenos hábitos alimenticios y unas rutinas saludables en el día a día. Además, hay muchos alimentos que tienen “fama” de engordar, pero no siempre esto real ya que pueden engordar menos de lo que uno se cree o simplemente siguiendo unas pautas se puede comer un alimento calórico y que no engorde. Los expertos nutricionistas de Nutritienda.com han seleccionado los cinco alimentos que más se evitan por miedo a engordar pero que no son lo que parecen:
Pistachos
Los frutos secos son, sin lugar a dudas, alimentos muy valiosos desde el punto de vista nutritivo. Contienen fibra, vitaminas, minerales y grasas saludables y, al contrario que otros alimentos igual de calóricos, aportan nutrientes beneficiosos para la salud. Muchas veces uno evita comerlos por temor a engordar, pero resulta una alternativa saludable para comer entre horas.
Aguacates
El aguacate es el fruto mexicano que probablemente más se haya popularizado en los últimos años, y es que su sabor, textura y sobre todo, sus propiedades nutricionales, han conquistado el paladar de muchas personas alrededor del mundo. Además, es un fruto con una extraordinaria versatilidad culinaria y, por si fuera poco, sus perfectas propiedades nutricionales hacen que se encuentre entre los alimentos top en el mundo culinario y fitness actual.
Aceitunas
Las aceitunas son otro ejemplo de alimentos que uno cree que engordan pero que realmente son muy buenas para mantener el peso. Contienen numerosos elementos ricos en antioxidantes naturales, inhibiendo la oxidación de los lípidos, promoviendo la relajación vascular y prevención de la arteriosclerosis de especial importancia en los países desarrollados donde las patologías cardiovasculares representan una de las mayores causas de muerte. Además, protegen el aparato digestivo ya que el ácido oleico impide liberar péptidos y hormonas inhibiendo la secreción de jugos gástricos.
Pasta
En los últimos tiempos se ha asociado la ingesta de carbohidratos al aumento de peso, especialmente si se toman por la noche. Esto no es del todo cierto, el problema radica en que la dieta occidental se basa en el consumo de carbohidratos refinados, azúcares y almidón, que combinados con el sedentarismo producen aumento de peso. Cuando se ingieren carbohidratos como puede ser la pasta, estos son utilizados para reponer las reservas de glucógeno, tanto en el hígado como en el músculo, reservas que se gastan cuando se realiza algo de actividad física. Cuando las reservas están llenas, el excedente de glucosa se transforma en grasa pero esto ocurre en cualquier momento del día, no solo por la noche.
Leche
La leche contiene lactosa, un azúcar compuesto por glucosa y galactosa, para digerir la lactosa se necesita la enzima lactasa producida en el intestino delgado. Esta enzima es la responsable de desdoblar la glucosa en sus dos azúcares simples: glucosa y galactosa. De esta forma, si los niveles de lactasa son bajos o ésta no realiza bien su labor “desdobladora”, aparecen dificultades para digerirla. Un porcentaje reducido de la población puede dejar de producir esta enzima, ocasionando problemas y resultándoles indigesta. Sin embargo, si se tolera la leche (el 75% de la población lo hace), no hay motivo para dejar de consumirla, al revés, es una fuente de calcio, de vitamina D y nutrientes esenciales para conservar sanos los huesos y los dientes.