Hace más de 13 años que Britney Spears perdió las riendas de su vida. La delicada situación de salud mental tocó fondo en 2007 e hizo que un tribunal dispusiera al padre de la artista la tutela temporal de su hija, pero ha pasado más de una década y aquello que parecía ser pasajero se arrimaba cada vez más a lo perpetuo. Giras, entrevistas, nuevos discos, todo ello con libertad coartada, bajo el yugo del progenitor y las restricciones patriarcales impuestas, de vivir únicamente para producir talento y dinero para otros.
Hace un par de días, Jaime Spears, presionado por la opinión pública y el movimiento Free Britney ha anunciado la renuncia a la tutela de su hija, esa que lejos de cuidarla la exprimía. El mundo en manada le sacó los dientes a aquel hombre y la respuesta fue tremenda. Hoy recordamos los mejores shows de la artista donde pone de manifiesto toda su fuerza y deja claro en cada una de sus canciones que Britney Spears es mucho más que la cantante, bailarina, compositora o actriz: es un icono del pop férreo y eterno.
Con más de 20 años de carrera a sus espaldas echar la vista atrás y poner en perspectiva todo ese talento descomunal resulta complejo. Britney Spears lleva prácticamente toda una vida subida a un escenario, elevándose cada vez más alto con bailes cargados de técnica que ella revienta y sublima a través de su inagotable energía. Un ídolo de masas que deja sin palabras a todo aquel que la contempla, así sucedió en Los MTV Video Music Awards de 2000, cuando la princesa del pop apareció con un sombrero negro, enfundada en un traje del mismo color al más puro estilo Michael Jackson. Un traje que se arrancó tras pocos segundos, dejando al descubierto un conjunto brillante y transparente mientras entonaba Satisfacción y su archiconocida Oops!… I did it again que lanzó ese mismo año.
De entre sus actuaciones más recordadas cabe destacar la de los Video Music Awards de 2001 donde apareció cantando I’m slave 4U con una serpiente rodeando sus hombros. Todo el escenario imitaba una jungla, donde también aparecían jaulas que encerraban animales salvajes, una de las cuales la cantante sin apenas inmutarse compartió junto a un tigre mientras bailaba bajo la atenta mirada del felino.
En 2001 Britney Spears interpreta también otra performance que ya es una joya de la cultura pop. En los American Music Awards de aquel año recrea ese himno feminista que abre un nuevo siglo: Stronger, mientras expone una fortaleza arrolladora a través de sus aclamadas coreografías. Pasos de baile que levantaron a toda una generación que no cesaba de imitar sus movimientos mientras escuchaban las canciones de aquella mujer enérgica e incansable.
Otra de los singles que exaltó la fama de la artista fue Toxic, del álbum In the Zone de 2003, mismo año en el que la estrella actúa en la cadena de televisión estadounidense American Broadcasting Company e interpreta en directo el icónico tema. Una canción que elevó aún más la carrera de Britney y que en aquel escenario, hace ya 18 años, encandiló al público con su directo.
Bajo las luces de neón Britney Spears parecía olvidar los baches de su vertiginosa vida, las normas de su padre y la fragilidad de su salud mental. Ahí arriba no era la protagonista de los escándalos de los que se lucraba otra gente, sino una leyenda viva que interpretaba tema tras tema y callaba a todo aquel que se le encaraba con una simple estrofa: It ‘s Britney, bitch. Por eso y por un sinfín de razones el Megamix de sus grandes éxitos en los Billboard Music Awards de 2016 no podía faltar en esta lista. Una performance en la que apareció con un total look rojo de Mark Zunino que alimentó aún más la leyenda de la estrella mientras se dejaba la piel con Work B**ch, Womanizer, Toxic o su propia versión de I love Rock ‘n’ Roll, entre otros. Una noche en la que disipó las dudas, si es que las había, de que Britney Spears es una explosión interminable de esfuerzo y talento inigualable.