La gala de Gran Hermano de esta semana se podría considerar una gala de relleno en la que los cuatro concursantes se verían las caras con algunos de los ya expulsados. En este caso se trataba de Suso, Maite, Amanda y Ricky, quienes iban a cruzar palabras con los finalistas. Aritz llamó “ridícula” a Maite; Amanda soltó cuatro palabras a Han, mientras que Suso y Ricky tendrían sus reencuentros románticos con Sofía.
El eje del programa seguía centrado en lo mismo que hace ya tiempo: la relación entre Han y Aritz. En esta ocasión, en Guadalix quedarían tres concursantes tras la expulsión, en la que fue elegido el chino, por lo que el vasco se queda sólo con Sofía y Niedzela.
Fijémonos en la gravedad del asunto. “Regardez la gilipoyuá”, como decían los míticos Tip y Coll. En plena semana de elecciones, lo que supone un hecho determinante para el futuro de nuestro país en los próximos cuatro años, tenemos una España dividida entre los que siguen los programas de actualidad y debates políticos y los que tienen su mente centrada en quién ganará en la decimosexta edición de este circo que sufre ligeros desgastes, pero que no bastan para que se erosione del todo. El próximo martes tendrá lugar otra expulsión y el miércoles, la gala final. ¡Doble ración antes de Nochebuena, que va a hacernos sufrir más que nunca! Con este panorama en la programación, ¿cómo vamos a centrarnos en las propuestas de los que intentan conseguir la presidencia el domingo?.
Lo demás es muy similar a lo de siempre: tras despedirse de su amante, Han llegó al plató del programa entre sonrisas, abrazos y lágrimas. Allí estaba Milá para preguntarle si conocía a Aritz antes de entrar en Guadalix, o cómo se toma su madre su homosexualidad, lo que generaba el estímulo del zapping.
La próxima semana tocará estar atentos, a ver quién logra ser la campeona (o el campeón) que acabe vencedora en Guadalix. Tras ese mundo les esperará una brillante carrera de posados para revistas, plazas de contertulio en Sálvame y entrevistas para distintos medios. ¡Ah! Y también bolos en distintos eventos. Es una brillante carrera que, sin duda, se tienen que ganar y que les hará empezar el año con muy buen pie.