Un ambiente sacado como de una película, es en el que nos sumergía Calvin Klein en la muestra de su ultima propuesta hace unos días en la Fashion Week de Nueva York, evento en el que se da cita todo aquel que se considere interesado en el mundo de la moda.
La propuesta de la firma Calvin Klein a través de los talentosos ojos del director creativo Raf Simons, nos transporta a un ambiente confuso en el que nos hace sentir miedo, angustia, y sobre todo frío, esto gracias a la ambientación del lugar elegido, trasformado en un granero con el suelo lleno de nieve y rasgos no muy amigables.
El desfile estuvo básicamente inspirado en películas americanas y sobre todo en temas como la protección y la seguridad, los trajes nos recordaban a aquellos que siempre están dispuestos a prestar ayuda, unos de los “héroes actuales”, los bomberos.
Empezó la muestra con un peto en color naranja que destacaba por las franjas fosforescentes típicas de la ropa de protección, estas franjas fueron un nexo común en la mayoría de las prendas de la colección, look conformados por capas con siluetas poco definidas, que intentaban deformar las formas naturales del cuerpo.
Estampados mezclados en algunos casos contratantes, como por ejemplo la mezcla estampados geometricos y rayas evocando las típicas mantas americanas, prendas holgadas, entre las que destacaban los grandes abrigos, pantalones de tipo sastre, vestidos con transparencias que llegaban hasta ls tobillos o hasta el suelo y prendas en color plata que resaltaban en forma de vestidos y hasta un abrigo de piel espectacular que también incluía las franjas fosforescentes.
Los complementos tenían el firme propósito de cubrir al personaje ante el inclemente tiempo simulado, de ahí el uso de pasamontañas de punto de diferentes motivos que solo dejaban ver el óvalo de la cara, bolsos que simulaban bolsas de palomitas, guantes largos, botas de charol por encima de la rodilla en blanco y negro, y aunque el resto de las imágenes cubrían prácticamente todo el cuerpo los pies se mostraban libres gracias a unas sandalias que combinaban con las faldas de corte midi.
Dentro de la gama de colores, la colección se desenvolvió alrededor de colores neutros y pasteles, aunque como ya mencionamos anteriormente también vimos colores vivos como el naranja, rojo y amarillo. Además del plata, que estuvo también notoriamente presente.
Un dato curioso fue la presencia de dos personajes que seguro recordaremos, a modo de motivos en jerséis, el corre caminos y el coyote.
En conclusión, una colección llena de matices que nos hacen imaginarnos ya con la nueva colección Otoño Invierno 2018/2019 de Calvin Klein.