Aunque el verano sea una estación de disfrutar de la playa y estar fuera el máximo tiempo posible, también hay días de descanso en casa y en los que necesitamos un poco de aire fresco para aguantar las calurosas mañanas y tardes. Para aquellos que no tienen aire acondicionado, el ventilador es el salvavidas o el as bajo la manga. Sin embargo, comprar un ventilador requiere meditar ciertos aspectos: el tamaño, que sea bonito, que no estorbe y añada algo de personalidad a la decoración de tu casa…
Si tu presupuesto lo permite, la mejor opción en cuanto a estética y comodidad es instalar un ventilador de techo. Estos tipos de ventiladores no reducen el espacio físico disponible y al estar colocados en una zona alta, refrescan toda una habitación. Hay diferentes modelos disponibles, las aspas pueden ser de madera, aluminio o plástico y pueden llevar incorporado una bombilla y funcionar como fuente de luz primaria. Otro de los beneficios es que consumo es prácticamente nulo y por tanto, es una opción mucho más económica que el aire acondicionado. El precio de estos ventiladores oscila entre los 100 y 300 euros.
Si por alguna razón no quisiéramos montar un ventilador de techo, existen otros modelos que pueden aportar un aire moderno a nuestra vivienda. Es el caso de los ventiladores de torre con un estilo minimalista y sin aspas. Algunos de ellos ofrecen opciones de conectividad, por lo que puedes manejarlos a través de tu Smartphone. El único inconveniente es que cada año deben de ser guardados para que no se estropeen porque son aparatos frágiles. Los precios más económicos rondan los 30-40 euros, aunque si queremos un aparato con todas las funcionalidades posibles, su costo puede elevarse hasta los 300 euros.
La última opción sería los ventiladores de toda la vida, con aspas y de aspecto clásico. En este caso, creo que lo mejor sería escoger un modelo pequeño y de buena calidad, para que, al mismo tiempo no ocupe mucho espacio y refresque las habitaciones. Un toque diferente es cambiar de color, olvidarnos del típico ventilador blanco o gris, en favor de uno negro o que mezcle varias tonalidades. Estos son los ventiladores más económicos de todos los citados (entre 15 y 80 euros).
A pesar de lo que un principio teníamos en mente, hemos podido comprobar que hacerse con un ventilador no significa traicionar la decoración del hogar. Muchos de estos aparatos pueden añadir un plus de modernidad y frescor a nuestro hogar.