Uno de los bulos más famosos de la historia de la televisión española es el que involucra a Ricky Martin, una niña, un perro y un bote de mermelada en el programa ‘Sorpresa, sorpresa’. Según la leyenda urbana, el cantante puertorriqueño acudió a dar una sorpresa a una fan que estaba en su habitación y se encontró con una escena muy comprometida: la joven se había untado mermelada por el cuerpo y dejaba que su perro se la lamiera. El supuesto vídeo nunca se emitió, pero se convirtió en un rumor imparable que todavía hoy sigue circulando.
La presentadora que más tiempo estuvo al frente de ‘Sorpresa, sorpresa’ fue Isabel Gemio, que condujo el espacio de Antena 3 desde 1996 hasta 1998. Aunque ella no estaba en el programa cuando supuestamente ocurrió el incidente con Ricky Martin, que fue en 1999 y con Concha Velasco como presentadora, muchos le han preguntado por el tema a lo largo de los años. Incluso su propio hijo le cuestionó sobre la veracidad del bulo.
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Isabel Gemio reapareció en televisión el pasado domingo 7 de mayo para hablar del asunto en ‘Anatomía de…’, un programa de laSexta que analiza los grandes momentos de la pequeña pantalla. La periodista confesó que nunca vio el programa en el que Ricky Martin visitó a una fan porque acababa de dar a luz a su hijo y estaba muy dolida por su salida de ‘Sorpresa, sorpresa’. «No era capaz de verlo porque me hacía daño. No soy masoquista», dijo.
Gemio también aseguró que el bulo nunca pasó y que le gustaría que saliera a la luz el responsable de inventarlo. «Ojalá fuera valiente y dijera: ‘A mí se me ocurrió, lo dije en una cena de amigos delante de dos personas que lo contaron como algo verídico y a partir de ahí…'», expresó. La presentadora recordó que el programa fue denunciado por una asociación en defensa de los niños y que tanto la Fiscalía como el Defensor del Menor investigaron el caso y lo desmintieron por completo.
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El bulo de Ricky Martin, el perro y la mermelada es uno de los ejemplos más claros de cómo una mentira puede convertirse en una verdad para mucha gente sin ninguna prueba. A pesar de las múltiples desmentidas, hay quien sigue creyendo que aquello ocurrió y que hay un vídeo oculto que lo demuestra. Lo cierto es que nunca existió tal vídeo ni tal escena, solo fue un producto de la imaginación colectiva.