JONI BARRABINO| Foto: fashionista.com
Buenas tardes Javier, muchas gracias por atendernos y hacernos un hueco en tu agenda. Comenzaremos desde cero para entender tu recorrido profesional en el mundo de la moda. ¿Cómo es el plan de casting para formar parte de pasarelas tan importantes como son, entre otras, París, Milán o Nueva York?
Generalmente, las pasarelas de París y Milán son consecutivas (hablando de la semana de la moda del hombre). Hacen los casting de Paris en Enero, tres días; después hacen los castings de Milán y a continuación los desfiles de Milán y Paris. Cada diseñador organiza su casting, se encarga de hablar personalmente con las agencias y de dar las directrices de las chicas y chicos que busca. En Nueva York es prácticamente igual pero es cierto que la semana de la moda de NY, en hombre, es menos influyente que las dos citadas anteriormente.
¿Cómo se desarrolla y se lleva a cabo este tipo de pasarelas? ¿Es tan estresante como se conoce?
Efectivamente, Milán y París son realmente estresantes en el sentido de que, en cuatro días, se concentra mucha gente, muchos fitings, muchas pruebas de ropa, tienes que volver a repetir casting o un coolback, muchos modelos, esperas y todo el día de un lado para otro. Pero bueno, los días de casting verdaderamente son los duros, después cuando tienes las confirmaciones y los desfiles que vas a hacer ya está todo más organizado, pero, los primeros días es un no parar de un lado para otro sin apenas tiempo para comer algo o descansar.
¿Cómo fue para ti subirte por primera vez a una pasarela tan importante?
Mi primera vez fue en Milán, recuerdo que llegué dos días tarde porque venía de hacer mis exámenes en Madrid, entonces solo quedaban unos pocos casting por hacer. Tuve mucha suerte, recuerdo que hice Alessandro del Aqua y Gucci, pero imagínate, hacer Gucci en Milán es un subidón y eso fue lo que, después, me abrió las puertas para hacer la campaña para ellos y meterme en el “business” en el que estoy metido. Fue una buena temporada. También, posteriormente en Paris, desfilé con Givenchy y Galiano entre otros, porque hice varios.
¿Cómo llegaste a ser el gran modelo que eres ahora? y, ¿cómo llevas eso de ser conocido?
Bueno, muchas gracias por lo de gran modelo. Como te comentaba, tener mucha suerte, porque yo comencé con grandes campañas como la de Gucci, después hice Hugo Boss, un perfume para Emporio Armani, luego hice L’oreal y todo eso fue prácticamente en el primer año y medio. A partir de ahí, tienes que saber mantenerte y puedes trabajar con marcas que no son tan fuerte, pero lo que cuenta después, es que el balance del año sea positivo y veas que te siga satisfaciendo estar en este negocio. Por mi parte, es bastante tesón pasar tantos viajes solo lejos de casa, muchos momentos de soledad, pero bueno, es lo menos agradable que me ha tocado. Aunque al final, las notas positivas superan con creces a lo menos agradable.
¿Le darías algún consejo a las nuevas caras que desfilarán en próximas temporadas por estas pasarelas?
Mi primer desfile, el primero de todos, fue para Antonio Miró en la Sala Kapital (Madrid), yo recuerdo que estaba como un flan ese día y el resto de chicos me animaban y me decían que esto se pasaba enseguida y que cuando hiciera el primer look me apetecería volver a salir. Y efectivamente, cuando sales descargas adrenalina y estas deseando el segundo cambio o el tercero porque en el fondo es un subidón, muchas personas pendientes de ti y es algo que a todos nos gusta, sentirnos un poco el centro de atención. Así que nada, para aquellos chicos que empiezan, lo van a disfrutar mucho, ojala a todos les vaya muy bien y bueno, no hay ningún tipo de consejo especial quizás simplemente que no salgan muy “enfadados” que una leve sonrisa en la pasarela siempre se agradece.