Juan del Val defiende a Tamara Falcó en sus redes sociales: ‘La clave es el respeto’

Después del evento de México que Tamara Falcó tuvo hace unos días, la influencer ya se encuentra en su país de origen: España. El hecho de ofrecer una charla en congreso de las familias en México ha provocado que, desde ese día, Tamara no para de recibir críticas sobre lo que comentó de la sexualidad en ese foro católico.

Una cara de lo más reconocida, como es Jorge Javier Vázquez, ha empleado toda su fuerza en criticar a la hija de Isabel Preysler. Todo lado malo tiene un positivo. Y es que Juan del Val, compañero de Tamara Falcó en ‘El Hormiguero’, ha publicado un texto bastante grande defendiendo a Falcó.

«Menos de una semana después de todo el mundo abandona el barco. Unos días han bastado para pasar de considerarla una heroína a la reaccionaria de la que hay que huir. Hace una semana que una panda de cursis se manifestaban miembros del #TeamTamara #todossomosTami y demás gilipolleces para apoyar a una persona cuyo único mérito ha sido sufrir una infidelidad. Cientos de señoras y señores me vapulearon en redes por ‘meterme con Tamara’ y no ser lo suficientemente empático con una compañera que estaba sufriendo. Me la comí aunque nada de eso sucediera. Gajes del oficio», así se inicia el largo texto que Juan del Val ha publicado junto a Tamara y el equipo de ‘El Hormiguero’.

«Ahora, cuatro días después, todo es distinto. Tamara ha ido a un foro ultracatólico sobre la familia tradicional a decir lo que piensa (o no, porque yo no he entendido bien lo que ha dicho como me sucede algunas veces) y la gente ha sobreactuado para llevarla a la hoguera como hace unos días destrozaron al novio infiel y elevaron a los altares a una mujer por el simple hecho de haber sufrido una infidelidad. Algo que le ha pasado a casi media humanidad y a la otra casi media, aunque no se haya enterado», continua diciendo.

Tras esto el colaborador de ‘El Hormiguero’ procede a añadir algo importante: «Yo nunca he estado en el #teamTamara que se creó hace unos días, por eso no tengo que abandonar el barco del que ahora saltan todas las ratas. Tamara y yo estamos en las antípodas ideológicas, ni pensamos ni sentimos igual, pero le tengo cariño después de dos años siendo compañeros, y y la tengo respeto como respeto a todo el mundo. Piense como piense y sienta como sienta. Hay una cierta paradoja en esta historia que a ella y a mí nos separa y nos une. Yo he formado una familia tradicional, estoy casado con la misma mujer con la que vivo desde hace 24 años y con la que tengo tres hijos sanos, estudiosos y que hablan muy bien inglés. Sin embargo, respeto profundamente a otras familias que son distintas, nada tradicionales como, por ejemplo, la suya».

«La clave de todo esto es el respeto, el respeto siempre por delante, no solo cuando conviene estar donde más calienta el sol para luego huir cuando ya no te conviene. Yo soy ateo, pero sé lo que es la caridad cristiana. Otra paradoja. Siempre hay que estar con el más indefenso. Por eso, desde mi discrepancia con ella, yo hoy si apoyo a Tamara», finaliza el texto.