Tras una larga trayectoria en el mundo de la moda y, en consecuencia, en las pasarelas (tanto en la antigua Cibeles como en la actual MBFW), Juanjo Oliva nos muestra el lado más ético y respetuoso de la firma con su colección para PV 2019 .
En colaboración con Ecoembes, Oliva alecciona sobre la importancia de reciclar los residuos que generamos, usando materiales reciclados en la confección de cada prenda, en su mayoría, provinientes del plástico.
Una colección tan relevante para el diseñador no podía ser presentada de cualquier forma, y por ello, preparó una puesta de escena simple, pero con un significado especial. A lo largo de toda la pasarela encontrábamos unas barras lumínicas que creaban un camino enrevesado, colocadas para la libre interpretación de cada espectador, pero con un significado muy claro para nosotros: el proceso de reciclaje de un material, finalizando en una segunda oportunidad de vida para éste, librándose de las aplicaciones más comunes y convirtiéndose en una prenda prêt-à-porter.
Esta colección que, el propio diseñador describe como «agénero«, se ha compuesto en su totalidad de anoraks, vestidos largos y cortos, pantalones palazzo, jerseys, faldas largas, pantalones de campana y tobilleros y algún short, todo ello realizado con plástico reciclado transformado en un material impermeable y fácil de llevar, lana, seda, algodón y rejilla.
Sobriedad y personalidad. Negro y azul marino, dos colores oscuros fáciles de combinar que Oliva conjunta a la vez para dar ese toque rudo y serio que acentúa con los detalles: cinturones de nylon que marcan la cintura, gorras con viseras que ocultan el rostro, gafas de sol, calcetines altos, calentadores de lana, flecos, transparencias, cortes asimétricos o, en su defecto, prendas sin ningún corte, bolsos «collares» o tipo «riñoneras», prendas unificadas, asisas adentradas en los pectorales, escotes centrales, hombros descubiertos…
Además, vemos marcadas esa dureza de la que anteriormente hablábamos gracias a los labios negros que todos los modelos llevaban maquillados (respetando el no make-up en el resto del rostro) y a las trenzas frontales decorando el cabello liso de las chicas.
Simplicidad y elegancia en prendas del día a día que, nadie diría que provienen de materiales reciclados.