De primeras Kuala Lumpur sonará raro, es más, tardaremos en ubicarla en el globo, pero su encanto no dista de otras ciudades más conocidas de Asia como Tokio, Shanghái o Seúl. Kuala Lumpur es la capital de Malasia, un país del sudeste asiático situado cerca de Indonesia y Tailandia. Los rascacielos de la capital emergen hasta el infinito hasta rozar las nubes que surcan el cielo, la metrópolis es una combinación moderna de los edificios más innovadores y de un clima ecuatorial húmedo y caliente.
Un atractivo de Kuala Lumpur es su multiculturalidad donde conviven chinos, indios y malayos. Esto se nota en la gastronomía, porque los platos tienen influencia de todos estos países vecinos. Internacionalmente, es conocido por el circuito de fórmula 1 de Sepang y por las torres Petronas que fueron las más altas del mundo hasta 2004 con 452 metros de altura y 88 pisos.
Además, las calles adquieren un tono y ambiente diferente a cada paso que das. La ciudad cuenta con un barrio chino espectacular llamado Petaling Street. Una calle en la que se puede encontrar de todo: restaurantes, tiendas de té y bazares con todo tipo de artilugios. Si siempre has tenido ganas de ir a la india o cada vez que vas a un restaurante indio te envuelve el aroma a especias, Kuala Lumpur tiene una zona llamada Little India en la que los olores te abrazan.
Aunque la ciudad pueda parecer un lugar caótico y acelerado, uno puede optar por opciones más espirituales y tranquilas acudiendo a templos o mezquitas. Porque toda gran ciudad tiene recovecos que respiran parsimonia y paz, que parecen oasis detenidos en medio de la desenfrenada vida moderna.
Antes he comentado las influencias gastronómicas de la capital. Algunos de los platos que debes probar si viajas a Kuala Lumpur es el hokkien mee, unos noodles fritos preparados en salsa de soja, carne, sepia, repollo y cortezas de cerdo. También el Nasi Lemak, un plato diferente a nuestro paladar europeo hecho a base de arroz cocido con leche de coco, anchoas, huevo cocido, salsa picante, cacahuetes y verduras. Aunque siempre uno puede tirar por los postres que nunca defraudan como Ice Kagang y que es literalmente una montaña de hielo cubierta por siropes de distintos sabores.
Ahora que todos tenemos tiempo para organizar posibles viajes importantes y aprovechar nuestra vida al máximo, Kuala Lumpur es una gran opción a valorar.