En plena vorágine de desfiles, París se rendía el pasado sábado a la exquisita colección del diseñador libanés Elie Saab, donde homenajeaba a la elegancia hecha mujer, una mujer que además, no tiene miedo de mostrar su lado más sexy. El Grand Palais de París abría sus puertas para dar la acogida a una de las propuestas más románticas de la semana de la moda francesa. Bautizada como «Macrotopia», la línea reveló un estampado con un caleidoscopio de flores, ramos bordados a mano en vestidos escultóricos y otro tanto de grabados inspirados en la naturaleza que el creador adaptó con un toque romántico.
Como primer look para presentar esta colección primavera-verano 2019, el diseñador sorprendió con un estilismo casi de lencería en color blanco, que consistía en una bata blanca transparente y con bordados sobre un minivestido. Del nítido blanco, los colores evolucionaron desde el amarillo, azul o rojo que Saab incluyó en estampados geométricos sobre faldas de seda, organza y tul.
Las formas fueron en este caso especialmente voluminosas, con volantes de organza que parecían salir del escote palabra de honor. Además, las faldas bajaron hasta la altura del tobillo en los estilismos de noche, donde también pudieron verse algún boiler suit y detalles de animal print en algunas de las prendas, así como ricos estampados de coloridas rayas y detalles de pedrería. Las transparencias fueron un juego constante en una colección pensada para una mujer que le gusta pisar fuerte y dejar huella.
Para el día, el libanés se decantó una silueta más rectilínea, con blusas fluidas de seda y pantalones ajustados y rectos, marcada en la cintura con finos cinturones, siendo las sandalias el mejor complemento para realzar la creación del diseñador.
En los accesorios, grandes pendientes con gemas, collares, dobles anillos y falsos «piercings» en la oreja pusieron el punto más rockero del desfile, que se desarrolló a golpe de éxitos musicales de los ochenta, como «Blue Monday», del grupo New Order.
El maquillaje y el peinado, a cargo de L’Oréal París, incidieron en este aura natural, con una cola de caballo baja ligeramente cardada y semidespeinada, mientras que tan solo una sombra color malva destacó en el maquillaje para los ojos.
Entre los afortunados asistentes que pudieron desfrutar del desfile en primera fila, destacó la presencia de la actriz sevillana Paz Vega y de la maniquí madrileña Nieves Álvarez, quienes se confesaron fervientes admiradoras del diseñador libanés. Para la ocasión, Paz lució un acertado conjunto negro formado por chaqueta bordada con cinturón sobre un vestido con aperturas en la falda, de la colección de Alta Costura otoño-invierno 2018/2019, mientras que la modelo de decantó por un vestido floral y unas maxi botas de color negro que le sentaba como un guante
En definitiva una colección tan esperada y aplaudida y donde el romanticismo era el gran protagonista y, ¿qué lugar más idóneo para su presentación, que la ciudad del amor?