Hoy es un día especialmente importante y marcado en el calendario, teniendo en cuenta los tiempos que corren, el Día Mundial de la Salud. Y es que el último año y la pandemia de la covid-19 nos ha puesto a prueba en cuanto a salud se refiere. Pero si algo hemos aprendido en los últimos meses es que sano no es el que no siente ningún dolor físico, o el que tiene un estado de ánimo abrumador. Para gozar de una buena salud integral debemos de cuidar tres aspectos fundamentales que la componen: la salud física, la social, y por supuesto la mental. Las tres son igual de importantes, pero en muchas ocasiones la salud mental es la gran olvidada, o la que damos más por hecho.
Según María Mavji Riestra, Psicóloga y Responsable del departamento de operaciones de TherapyChat, plataforma líder de psicología online, “entendemos salud integral como un estado ideal de bienestar al cual podemos llegar manteniendo un equilibrio entre los factores físicos, biológicos, emocionales, espirituales, mentales y sociales, promoviendo a su vez un adecuado crecimiento y desarrollo en todos los ámbitos de nuestra vida”.
Para gozar de una buena salud, debemos de tener claros cuáles son los aspectos fundamentales o características que componen al tándem de la salud integral:
- Salud mental: Una buena salud mental no se limita a la ausencia de patologías, ni únicamente a un equilibrio psíquico, sino que también cubre otros aspectos de nuestra vida, como precisamente las relaciones sociales o la actividad física. Si algo sabemos es que para obtener una buena salud integral es necesario haber podido lograr previamente una salud mental adecuada. La Organización Mundial de la Salud ha puesto de manifiesto en varias ocasiones que sin salud mental no hay salud ya que la primera es un componente integral de la segunda.
- Salud social: Entendemos por salud social la capacidad de un individuo para establecer relaciones interpersonales saludables y beneficiosas con el resto de las personas. La podemos considerar como uno de los pilares de la felicidad al estar relacionada también con nuestra comodidad y facilidad para adaptarnos a las condiciones sociales, a la autogestión y a los desafíos del entorno.
- Salud física: El bienestar mental no puede separarse del bienestar físico. La salud y la enfermedad física y mental representan partes esenciales de la vida que están profundamente interrelacionadas. Partiendo de esta base, la salud física consiste en el bienestar del cuerpo y el óptimo funcionamiento del organismo de los individuos.
Una vez hemos revisado los tres aspectos de la salud integral y cómo se interrelacionan entre sí, vemos que la salud física, que aparentemente puede ser algo ajeno a nuestras acciones, depende en gran medida de la salud mental, y ésta a su vez de la social. En este sentido, TherapyChat comparte una serie de pautas y consejos para reforzar los dos últimos tipos de salud – de forma que también quedará reforzada la salud física –, una tarea de vital importancia teniendo en cuenta el entorno y la situación social, política y sanitaria en la que nos encontramos:
Reforzando la salud social
Llevamos un largo camino en la tarea de normalizar el distanciamiento social, las reuniones familiares por videollamada, el teletrabajo y la interiorización de la nueva normalidad en nuestro día a día. Esta situación nos ha recordado que somos seres sociales y que la salud social es fundamental en nuestro bienestar. Anota los siguientes consejos:
- Contacta: muchas veces nos encontramos sumergidos en la rutina y esto nos hace perder la espontaneidad que nos brindaba la vida previa a la pandemia. Podemos empezar encontrando 10 minutos en nuestro día para contactar con alguien, algún familiar o amigo con el que llevamos tiempo sin hablar.
- Relativiza: sabemos que la convivencia en estos tiempos ha podido resultar en un desafío más, por ello intenta, en la medida que sea posible, generar un ambiente positivo en el hogar. Dedica tiempo para fomentar estas emociones positivas entre los convivientes y de esta manera poder disminuir la tensión que se puede llegar a acumular en esta situación de incertidumbre.
- Autoconocimiento: las personas que se conocen más a sí mismas tienen más posibilidades de establecer relaciones sociales saludables y alcanzar sus metas.
- Respira: recuerda que todo es temporal, e intenta sacarle el mayor provecho a la situación.
Reforzando la salud mental
Según datos de la OMS, se espera que la depresión sea la primera causa de discapacidad en el mundo para el año 2030. No obstante, a nivel individual, podemos trabajar para mejorar y cuidar nuestra salud mental llevando a cabo los siguientes consejos:
- Cuídate: sabemos que el cuerpo y la mente están conectados, así que es importante prestar atención a las señales que ambos te dan. La mente necesita de un cuerpo descansado, que no viva al límite entre mil tareas. Duerme las horas que necesitas cada día, haz descansos activos en distintos momentos de tu jornada y reserva un tiempo al día para tu ocio. A su vez, cuida tu cuerpo con ejercicio físico, una alimentación equilibrada y evitando sustancias perjudiciales.
- Relaciónate y hazlo bien: los demás son un pilar fundamental para nuestra salud emocional.
- Baja tus expectativas a la realidad: si vives con miras demasiado elevadas o intentando alcanzar la perfección, estarás en un estado de constante frustración ante la imposibilidad de lograrla, y esto con el tiempo puede generar sensación de indefensión ante el mundo al crearse la idea de que, se haga lo que se haga, no se logra nada de lo propuesto.
- Vive aquí y ahora: tanto si vives en el pasado como en el futuro, estarás viviendo realidades que no existen. Vivir en el pasado lleva aparejadas la nostalgia o bien la culpa, y vivir en el futuro trae consigo la ansiedad y la preocupación por lo que vendrá. Ninguno de ellos te ayuda a centrarte en la realidad presente ni a fomentar una emoción positiva.
- Trabaja tu amor propio: aléjate de aquellas relaciones que no te dejan avanzar. Y si tú eres tu mayor enemigo, ponte en camino hacia la aceptación de ti mismo, hacia el crecimiento y el cambio en aquellas cuestiones en las que deseas mejorar.
- Permanece alerta ante los síntomas de los problemas psicológicos: es mejor que lo abordes con un psicólogo ante las primeras señales antes de que vayan a más. Escucha las necesidades de tu mente y responde a ellas.
“Desde TherapyChat hemos podido comprobar en primera línea como cada día más y más gente se está viendo afectada por los problemas relacionados con la salud mental, pero a su vez, estamos viendo como poco a poco se ha ido des-estigmatizando el apoyo psicológico y más gente ha podido dar el paso y acudir a terapia para poder atajar los síntomas y frenar estos problemas”, puntualiza María Mavji Riestra.