La cola asoma por las puertas de uno de los teatros más emblemáticos de todo Madrid: el Teatro Lara. Hoy avanza de manera especialmente lenta. Y hay dos cosas que las nuevas generaciones (y, en realidad, todo el mundo) detestan: los spoilers y las colas. Aunque, a decir verdad, las colas son anecdóticas. Porque hoy en día, cuando el ser humano termina de revisar sus redes, que generalmente tarda de 10 a 15 minutos, se aburre. Y como se aburre, entabla conversaciones con las personas de su alrededor. La empatía y la humanización – de momento –están a salvo.
Poco a poco, el final se diluye para convertirse en el principio: “Me han reservado dos entradas a nombre de Lauren Izquierdo”. “Para qué función?”; me preguntan. “Para la importancia de llamarse Ernesto”.
La platea no se llena del todo. Es una sala grande la Cándido Lara. Nos avisan varias veces de que faltan unos minutos para que la función comience, y cuando vamos a darnos cuenta, nuestras conversaciones acaban por apagar las luces. Tres, dos, uno; que comience el espectáculo.
”Nunca ames a nadie que te haga sentir ordinario”
’The Importance of Beign Earnest’ es una obra que se ambienta en la época victoriana en Inglaterra. Es una comedia que trata sobre las costumbres y la seriedad de la sociedad. Se escribió en 1895 por uno de los escritores más emblemáticos de la historia, Oscar Wilde. Y aunque siempre ha sido famoso para los eruditos más literarios por obras como ‘El retrato de Dorian Gray’, ‘El Gigante más egoísta’ o ‘El ruiseñor y la rosa’, ahora ha cogido relevancia – aunque de lejos– en una de las series más comentadas del momento, ‘Élite’. Concretamente, cuando Valerio le dice a su medio hermana Lucrecia “Nunca ames a nadie que te haga sentir ordinario”. Sí, seriéfilos… Esa frase es de Oscar Wilde.
Son por cosas como esta las que hace a una imaginarse, por leve que sea, una idea de lo que va a ver a continuación. Y aunque la realidad sea dispersa y un tanto disparatada, la imagen de la cartelera ya nos había avisado subliminalmente. Situémonos:
Gwendolen está enamorada de Ernesto. Y Cecily también está enamorada de Ernesto. El problema es que Ernesto no existe. Jack está enamorado de Gwendolen, y Algernon está enamorado de Cecily. Ellas dos sólo podrían amarles… si fuesen Ernesto. Y los dos están dispuestos a ser Ernesto, por amor, aunque en realidad ninguno de los dos es Ernesto. Lo cierto es que ninguna señorita educada podría amar a un hombre que no fuese un honesto Ernesto.
Y eso, para los fans de poster de Oscar Wilde está bien, hasta tiene sentido. ¿Pero qué pasa cuando introduces elementos y salidas de tono propias de la actualidad a una obra que pertenece a la época victoriana? La respuesta es sencilla, solo pueden haber dos respuestas: o puede ser un éxito o un desastre.
Ramon Paso, culpable de esta versión y dirección, consigue atrapar al espectador desde el minuto uno. Y lo hace con un intelecto muy sutil: lo desconcierta. Porque esta comedia es una consonancia de elementos que encajan a la perfección: un guion endulzado con la chispa del s.XXI, una estética que realza lo mejor de la primavera, un propuesta de vestuario digna de un musical de Broadway y, en definitiva, un reparto maravilloso con personalidades muy dispares que se complementan, atacan y animan a que cada frase sea mejor que la anterior.
Así que pasen, vean y vayan a ver ‘La importancia de llamarse Ernesto’ en el Teatro Lara. Hasta el 29 de septiembre tienen tiempo. Y alerta spoiler: no se arrepentirán.
Ficha técnica:
Reparto: Paloma Paso Jardiel, Ana Azorín, Inés Kerzan, Jordi Millán, David Degea, Ángela Peirat, Guillermo López-Acosta.
Traducción: Sandra Pedraz Decker.
Versión y dirección: Ramón Paso.
Producción: Pasoazorín TEATRO.
Jefa de producción: Inés Kerzan.
Ayte. producción: Sandra Pedraz Decker.
Diseño de vestuario: Inés Kerzan y Ángela Peirat.
Iluminación: Pilar Velasco.
Fotografía: Ramón Paso.
Diseño gráfico: PasoAzorín Teatro.
Jefa de prensa: María Díaz.
Ayte. dirección: Blanca Azorín y Laura Auzmendi.