Actualmente, la ropa se ha separado por género, aunque esta carece de ello. Es decir, las marcas de ropa diferencian las prendas de hombres con las de las mujeres. Pero, ¿las prendas que llevamos actualmente se han asociado siempre al mismo género? Pues bien, la respuesta es no. Si echamos la vista hacia atrás vemos que los hombres han cambiado bastante su forma de vestir.
Estas son algunas prendas y complementos que antiguamente estaban asociados al género masculino, pero cuando lo lleva un hombre en la sociedad actual es criticado creando un prejuicio.
Los tacones los comenzaron a llevar los hombres antes que las mujeres. Representaban un mayor estatus dentro de la sociedad. Durante el reinado de Luis XIV, cuanto más altos y rojos eran los tacones, más poder tenía la persona que los llevaba. Pero con la llegada de la Revolución Francesa estos pasan a ser también un calzado para las mujeres.
Las faldas dependen de la cultura y de las costumbres de cada país. Esta prenda era más habitual entre los romanos, egipcios y griegos, que solían vestir con túnicas y largas faldas ya que eran más fáciles de confeccionar. Los pantalones eran solo una prenda que se utilizaba para montar a caballo. Pero durante el siglo XIV este pensamiento cambia y se empieza a hablar de una diferenciación en las prendas de mujeres y de hombres. Incluso en 1701, Pedro I de Rusia aprobó una ley donde los hombres debían vestir con pantalones. Aunque no todos siguieron esta norma.
Los productos de maquillaje se han asociado a las mujeres, pero no siempre ha sido así. En el antiguo Egipto utilizaban lo que se conoce como kohl, una mezcla oscura que utilizaban para oscurecer sus ojos, mientras que a las mejillas y a los labios le aplicaban un color rojizo. Lo mismo ocurría con los romanos, que cuidaban bastante su imagen estética. Además, durante los siglos XVII y XVIII, a parte del maquillaje, comenzaron a hacerse lunares postizos.
Durante la época del Rococó era habitual ver a los hombres con prendas de color rosa. Este color se asociaba al rojo, que transmite fuerza y poder, mientras que el color azul se asociaba a lo frágil y delicado. Actualmente, los colores que asociamos para los bebés es al contrario, ya que esto cambió tras la II Guerra Mundial. Aunque antiguamente todos los bebés solían vestir de blanco independientemente de su género.
Una prenda asociada en la actual sociedad a las mujeres, pero no hace muchos años ocurría lo contrario. Durante la década de los 80, los crop-top estaban asociados a hombres masculinos que practicaban algún deporte. Pero durante los 90, la prenda se comenzó a comercializar también en las mujeres de manera sexual. El crop-top se empezó a ver como una prenda queer y camp, a lo que se sumó la masculinidad frágil. Es por ello que los hombres dejaron de utilizar esta prenda, ya que eran juzgados y criticados.
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