Desde que llegaron a Instagram, los stories se han convertido en uno de nuestros principales entretenimientos, y no solo en la red social. Cada día se perfeccionan más, se superan a sí mismos e incluyen novedades que nos mantienen aún más pegados a nuestros smartphones. Si hasta ahora lo habían conseguido entre filtros con orejas de perrito o de maquillajes imposibles o con gifs para cualquier estado de ánimo, ahora lo hace prometiendo desbancar al mismísimo Whatsapp.
Hoy la aplicación de los selfies por excelencia ha estrenado una novedad entre sus stickers. A las de encuestas, preguntas y cuestionarios a las que pocos hay que no estén enganchados, se une ahora la opción de crear un chat en pleno story. Cierto es que, cuando uno de nuestros amigos nos etiqueta en una historia, lo más común es responderle o como mínimo compartir su storie en nuestro perfil. Pero ahora, este nuevo descubrimiento de Instagram permite abrir directamente un chat en grupo listo para crear un debate.
Se trata de un nuevo sticker que se suma a los de música, preguntas y encuestas ofreciendo la posibilidad de crear un chat colectivo dentro de una story. De primeras puede sonar rocambolesco pero es más sencillo de la que parece. Todo empieza creando una story normal en la que el fondo sea un texto, una imagen o un vídeo.
Para poder incluir este nuevo sticker se nos pedirá que le asignemos un nombre al chat y, una vez publicada la story, el resto de usuarios que la vean podrán solicitar unirse a la conversación pulsando sobre la etiqueta. Todas las peticiones aparecerán al deslizar la story hacia arriba, en la misma sección que permite comprobar qué usuarios han visto una publicación. Pulsando sobre el botón azul con el «tick» podrás iniciar un chat de forma individual con otro seguidor o con varios. Durante la conversación y el tiempo que dure la historia, se podrán añadir tantos nuevos participantes como se desee. También eliminar a aquellos con los que se quiera terminar la conversación.
Con esta nueva función, Instagram le da la vuelta a la creación de conversaciones en grupo, en las que normalmente es el administrador el que añade a los participantes sin que medie el consentimiento de estos últimos. Muchas veces, generando que los participantes se sientan obligados a quedarse en el grupo sin querer.
De este modo, ambas partes estarán de acuerdo de antemano en querer participar en un intercambio multitudinario de este tipo. La función está orientada a grupos de amigos que quieran hablar en la aplicación de un tema determinado durante un periodo corto de tiempo como, por ejemplo, para planificar un cumpleaños o un viaje.