Su colección para hombre, y que también, ha incluido piezas para las mujeres han plasmado tres puntos sobre los cuáles han girado su vestuario: deportes de invierno, el nouveau-grunge y la indulgencia psicodélica. Con este trío de ases y una mezcla tan pintoresca han presentado abrigos de piel por doquier, blazers delicadas y armoniosas y pantalones de snowboard.
Pero si su eje han sido estas tres piezas principales, han dado una vuelta de rosca más y las han llevado al límite de la extravagancia proponiendo looks de camisa multicolor, con corbata en rosa fucsia y amarillo, combinándolo con cinturón de flecos y pantalones de snow desteñidos en rojo y negro.
La puesta en escena tampoco tenía nada de sutil: los invitados estaban parados en la pasarela emulando estar en un concierto de música escuchando una mezcla de pop, dance y las canciones icónicas de Madonna. Y así es cómo presentaron sus piezas básicas (camisetas y prensas de vestir) con estampados de tartán y grung. Un estilo urbano con componentes del heavy metal y de los deportes de alta montaña.
Por su parte, las prendas de la colección para la mujer se basaron en vestidos mini, faldas mini y parkas de esquí con lentejuelas brillantes. La colección ha sido bastante polémica por la variedad de estilos y elementos que ha presentado, pero para los Catens ha sido todo un éxito porque han plasmado a la perfección “el glamour alpino de Seattle” como afirmaban en una de sus entrevistas.
Con todo y con eso, han creado polémica y eso suscita curiosidad para los que no vieron el desfile, lo que hace que se hable de la firma.
