Isabel G. Larruscain| 29 Enero
Como si de un campo lleno de flores y románticas ninfas se tratase, Giambattista Valli nos ha trasladado a un universo de ensueño en el que los motivos florales lo inundaron todo por completo.
Inspirándose en París y homenajeando a los grandes jardines que se pueden pasear en esta ciudad, este diseñador italiano ha presentado una colección muy romántica y femenina, rica en bordados y relieves confeccionados con ‘paillettes’.
Su desfile estuvo repleto de vestidos de ensueño, diseños vaporosos, corpiños ajustados y tonos pastel. Este diseñador es un maestro en el manejo del tul y la gasa y lo ha vuelto a demostrar. Los hombros al aire, los volantes, las mangas farol y un aire que recuerda a los años 60 pero con un punto futurista caracterizaron también todas las propuestas de este diseñador.
Como siempre desde que lanzase su primera colección de Alta Costura en 2011, las creaciones de Valli oscilaron entre la sencillez y lo exagerado dependiendo del modelo que saltaba en cada momento a la pasarela. En una primera parte presentó diseños mini con poco volumen que recordaban a Valentino, para cambiar, más tarde, a sus propuestas de noche, en la que jugó con patrones asimétricos y con el efecto leg veil. Como colofón, enormes vestidos de tul en tonos rojos y grises.
Sarah Jessica Parker, Natalie Portman, Halle Berry o Julianne Moore son algunas de sus clientas más habituales y estamos seguros de que en las próximas alfombras rojas podremos ver muchas de sus propuestas sobre los cuerpos de más de una celebritie.