Karra Elejalde no deja de sorprendernos desde su papel como padre vasco en «Ocho apellidos vascos« y más adelante en la secuela «Ocho apellidos catalanes» y esta vez lo ha hecho nuevamente con «La Vida Padre», una divertidísima comedia sobre la historia de un padre y un hijo que se unen en un reencuentro después de 30 años separados por haber pensado que el padre había muerto. Así es, de esa manera tan diferente comienza esta ligera comedia con la que no dejaras de echarte unas risas sin llegar a ser abrumante.
Karra Elejalde en esta ocasión se encarga de reencarnar en Juan Inchausti, un padre de familia y uno de los chefs más reconocidos de España, con su restaurante en Bilbao. Sin embargo, toda su vida cambiará después de que ocurriera una tragedia durante una importante noche en su restaurante; una tragedia que cambiaría para siempre su vida y la de su familia.
Juan no supo soportar la idea de su fracaso tras aquella noche, por lo que un día decidió acabar con su vida y dejar a su familia sola viviendo en una tristeza, sin embargo, la vida de la familia se ve revuelta completamente en el momento en que su hijo, Mikel Inchausti (Enric Auquer) se vuelve a encontrar con su padre 30 años después de su supuesta muerte. A partir de este momento, se da comienzo al verdadero desarrollo de la historia, una historia que cuenta el reencuentro de un padre y su hijo después de tantos años sin verse ni hablarse, donde se busca mostrar la importancia de las segundas oportunidades y los reencuentros familiares.
El mensaje que «La Vida Padre» nos deja
Tras tantos años sin saber nada de él, Juan llega nuevamente a la vida de su familia sin tener la menor idea de quienes son y estancado completamente en los años 90 por unas lagunas mentales que se le crearon tras aquel intento de suicido, desarrollando así, el síndrome de Korsakoff. Con este contexto, comienzan las enfrentamientos entre Juan y su hijo Mikel por la diferencia de pensamientos y estilos de vida. Juan se quedó en el año 90 y ahora disfruta su vida de una manera desenfrenada y sin preocupaciones, mientras que Mikel lleva su vida perfectamente organizada y se ha convertido en un reconocido chef como lo era su padre.
Con dos vidas totalmente diferentes y el intento de Mikel por volver a conectar con su padre y entenderlo, se vuelve material puro para graciosos momentos, llenos de locuras y ocurrencias y una nueva conexión ingenua que se va creando entre estos dos personajes. Sin duda, una comedia que te hace disfrutar de la película pero con un importante y bonito mensaje detrás de todos: el reencuentro familiar y las segundas oportunidades si existen.