Beatriz Garnández| 28 Septiembre.
Blancanieves, Cenicienta, Aurora, Ariel, Bella, Jasmín, Pocahontas, Mulán, Tiana, Rapunzel y Mérida son las princesas creadas por la factoría Disney y que se han encargado de convertirse en los iconos de las niñas de hoy en día.
Blancanieves, la princesa que tiene una madrastra que la odia debido a su belleza y que con su ingenuidad, acepta la comida de una extraña, lo que la lleva al coma, pero ahí aparece el príncipe para despertarla de su letargo y empezar una vida juntos.
Cenicienta, una criada dominada por dos hermanastras poco agraciadas y su malvada madre. Un día, gracias a un hada madrina, consigue asistir al baile real, pero con una condición, estar en casa antes de las 00:00, cuando el hechizo desaparecerá. En el baile pierde un zapato por el camino y el príncipe lo coge dispuesto a encontrar a la chica que ha conseguido enamorarle. La madrastra la encierra en el desván para evitar que se pruebe el zapato, pero sus amigos, unos ratoncitos «muy salados», la sacan de allí y Cenicienta llega justo a tiempo para probarse el zapato y reencontrarse con su príncipe.
Aurora, la Bella Durmiente, Maléfica quiere acabar con ella y hace que se pinche con una aguja mientras cosía. Solo el beso del amor verdadero puede despertarla de su sueño profundo. Muchos son los chicos que lo intentan sin éxito, hasta que aparece el príncipe Felipe y consigue despertarla.
Jasmín, primera princesa árabe de la factoría Disney. En este caso, se enamora de un ladrón, Aladdín, que gracias al genio de la lámpara consigue convertirse en príncipe por un día y trata de conquistar a Jasmín en una alfombra voladora.
Pocahontas, más que una princesa es la hija del jefe de una tribu de la india que enamora al capitán de un barco lleno de exploradores que llegan a su hábitat. Un choque de culturas que se demuestran durante toda la película.
Mulán se hace pasar por un hombre para poder entrar en el ejército y acabar con los hunos. En su aventura se topa con una dragón y un grillo que le ayudan. No es una princesa como tal ni se casa con un príncipe, pero hace que se enamore de ella el capitán de las tropas.
Tiana era una camarera a la que un príncipe que ha sido convertido en sapo le pide un beso para romper el hechizo. Pero en lugar de romperse el hechizo, los dos se convierten en sapo y tienen que buscar a una sacerdotisa para que lo rompa y los devuelva a la normalidad.
Rapunzel fue entregada a una bruja al nacer, quien la encerró en una torre. La bruja le pidió que dejara crecer su pelo para así poder trepar hacia la torre. Un príncipe la vio y la visitaba frecuentemente, enamorándose de ella. Ambos trataron de trazar un plan para poder escapar de allí, pero la bruja, se dio cuenta y le cortó el pelo, abandonándola en un río. Al día siguiente, cuando el príncipe trepa hacia la torre, a quien encuentra es a la bruja que lo hace caer y le deja ciego. Rapunzel y el príncipe se encuentran y con las lágrimas de ella consigue devolverle la vista y se casan y viven felices.
Mérida es la última de las princesas que ha incorporado Disney y la primera que no depende de un príncipe y que no quiere que sus padres la casen con ninguno. Huye del palacio y encuentra a una bruja a la que le pide el deseo. En esta historia, la princesa no tiene que ser salvada por un príncipe, sino que ella misma es capaz de salvarse y de demostrar su valentía sin necesidad de nadie más. Todo un grito al poder de la mujer.
Ellas son la imagen de Disney que ha conseguido crear una gran marca a raíz de estas chicas fuertes y valientes. Y aunque a veces ha sido motivo de críticas feministas, ha ido evolucionando sus personajes y convirtiéndolos en chicas fuertes y atrevidas.