Si queréis que os sea sincera, el teatro siempre me ha parecido una de las artes más completas. ¿La razón? Porque cuando en una función todo encaja, el resultado es apoteósico. El teatro es un megáfono para decir aquello que quieres decir. Porque una obra puede hacernos reír, llorar… Pero sin duda, puede ser capaz de hacernos reflexionar una vez en casa.
Y el mejor ejemplo que se me ocurre es la obra Las cosas extraordinarias, una adaptación del texto de Ducan Mcmillan y protagonizada por Pau Roca.
Imaginaos que sois un niño de siete años. Pero de los de antes, no como los de ahora. Estáis en el cole haciendo cosas de niños de siete años y viene vuestro padre a recogeros. Vuestra madre está en el hospital porque no encuentra nada con lo que ser feliz. Nada que le resulte lo suficientemente atractivo para permanecer en este mundo. Se ha intentado hacer daño. Y aunque vosotros no tenéis ni idea de cómo funciona el mundo o de la verdadera pesadilla que se puede convertir eso de crecer, decidís animar a vuestra madre. ¿Cómo? Con una lista de las cosas que os hacen sumamente felices: ‘el color amarillo’, ‘la gente que tropieza’, ‘la canción número siete de cualquier gran disco’, o ‘hacer ruido con las llaves para que las nutrias salgan a saludaros’.
Es un viaje por el pasado, el presente y hacia el futuro, donde brilla el humanismo, la calidez y la humildad de recordar que no son los bienes materiales lo que nos hace felices sino un abrazo, una charla que dura horas o simplemente «las cosas con rayas»
Las cosas extraordinarias nos enseña que estamos rodeados de pequeños detalles que pueden hacernos muy felices. Es un viaje por el pasado, el presente y hacia el futuro, donde brilla el humanismo, la calidez y la humildad de recordar que no son los bienes materiales lo que nos hace felices sino un abrazo, una charla que dura horas o simplemente «las cosas con rayas».
Y Pau Roca, a pesar de la impertinencia de un público que no parecía entender que los móviles dentro de un teatro se apagan, supo defender (y muy bien) una historia triste para que pareciera alegre. Porque desde el primer minuto hasta el último, todos estábamos enganchados en un ambiente cálido que nos condujo de la mano hacia la sensibilidad de lo real.
Dicho esto, solo me queda decir que pasen, vean, apeguen sus móviles y disfruten de «Las cosas extraordinarias», en el Teatro Lara.
Ficha técnica
Reparto: Pau Roca.
Autor: Duncan Mcmillan
Traducción: Adriana Naval
Dirección: Pau Roca
Ayudante de dirección: Iñaki Mur
Producción ejecutiva: Adriana Nadal y Mercè Puy
Producción: Rosa Domingo y Jan Vilanova
Comunicación: Meritxell Abril, Andrea Calbet y Gemma Saperas
Comunicación digital: Mia Font
Escenografía e iluminación: Paula Bosch
Diseño cartelería: Edu Buch
Fotografía cartelería: Kiku Piñol
Distribución: Fran Ávila