La tarde comienza con un café, en uno de los sitios más bonitos de Madrid. Y también con una reunión que no se puede alargar mucho. Una: porque es fin de semana, y dos: porque hoy volvemos al teatro.
El frío de la ciudad se venga de nosotros por haberse despertado tarde. Los transeúntes ocultan sus rostros tras grandes bufandas y abrigos oversize. Los ancianos no se dan la mano, el ambiente es gélido hasta para ellos.
Sea como fuere, nuestros pasos nos conducen hasta la calle de los portones rojos, y el Teatro Lara nos invita a resguardarnos tras su talento. Hoy veremos ‘Las cosas extraordinarias’.
Me sorprende que a veinte minutos de comenzar, la sala Lola Membrives ya esté casi llena. Hay más butacas de lo normal y su distribución me recuerda a los grandes circos romanos. Mientras me percato a mi alrededor, Brays Efe, conocido por su papel en Paquita Salas y protagonista de esta obra, se acerca a mí, me da un papel y me dice: me encantaría que leyeras este mensaje cuando gritara tu número.
Le digo que vale y miro cuáles serán mis segundos de gloria. El número es bastante extenso: 525.924, la canción número siete de cualquier gran disco. En breves, los espectadores cesan sus conversaciones y nuestra atención se centra en el único actor de la sala. Hasta Susi Caramelo pasa desapercibida entre el público.
La homilía comienza. Es un niño de siete años que apenas es consciente de lo que ocurre en el mundo, por eso pregunta una y otra vez por qué suceden las cosas. Su madre no está bien, su madre se ha intentado hacer daño y él no acaba de comprender muy bien por qué lo ha hecho. En realidad, nadie. Su padre le dice que está triste. Por eso, comienza una lista de cosas que lo hacen feliz. La titula ‘Las cosas extraordinarias’: el color amarillo, los helados, la gente que tropieza… Y sí, la canción número siete de cualquier gran disco.
Se te encoge el corazón. El tema de la obra no es cualquier historia. Habla de algo muy serio: el suicidio. No obstante, Brays consigue que esos sesenta minutos sean una montaña rusa de emociones en los que se entremezclan risas sonoras y lágrimas que se acumulan bajo nuestros ojos.
La magnitud de este actor es titánica.Nadie puede apartar la mirada de lo que dice. Todo el mundo está seducido. Empatiza con facilidad, improvisa, se mueve por el escenario como si fuera su casa y te mira a los ojos mientras hablas. Todo de manera muy cercana, todo de manera muy veraz.
Si tiene que contarte algo gracioso, sonríe. Si tiene que contarte algo triste, te lo dice con destellos lacrimógenos en los ojos. No es impedimento que solo hayan pasado dos segundos entre frase y frase. Convierte el guion en su verdad.
En definitiva, un monólogo acogedor, íntimo, lleno de intriga y sensibilidad con el que llorar, reír y darse cuenta de que “sin esperanza, no podríamos vivir”.
Pasen y vean ‘Las cosas extraordinarias’ en el Teatro Lara.
Equipo ARTÍSTICO
Reparto: Brays Efe y Pau Roca
Autor: Duncan Macmillan
Traducción: Adriana Nadal
Dirección: Pau Roca
Ayudante de dirección: Iñaki Mur y Alba Sáez
Producción ejecutiva: Mercè Puy y Adriana Nadal
Producción: Jan Vilanova y Rosa Domingo
Regiduría, producción y técnica: Gisela Serrano
Comunicación: Meritxell Abril, Andrea Calbet, Gemma Saperas
Comunicación digital: Mia Font
Escenografía e iluminación: Paula Bosch
Diseño cartel: Eduard Buch
Fotografía cartel: Kiku Piñol
Distribución: Fran Ávila