Hoy se presentaba en el Festival de Málaga, ‘Las niñas’, una película de Pilar Palomero que nos propone un viaje al año 1992 donde la vida se veía de otra forma, las mentes pensaban de otra manera y la forma de vivir era totalmente diferente a la actual. Un recuerdo nostálgico conducido por ‘sus niñas’, las protagonistas de esta película que dan voz a todos los recuerdos de la época.
Sinopsis: Celia, una niña de once años, estudia en un colegio de monjas en Zaragoza y vive con su madre. Brisa, una nueva compañera, recién llegada de Barcelona, la empuja hacia una nueva etapa en su vida: la adolescencia. En este viaje, en la España de la Expo y de las Olimpiadas del año 92, Celia descubre que la vida está hecha de muchas verdades y algunas mentiras.
Sin ninguna duda, es una película intima, personal y muy nostálgica. La necesidad de contar historias de hace más de una década nos recordará la manera de hacer cine histórico con dosis de realidad. Momentos, situaciones, incluso, conversaciones que comenzarán con una gran sonrisa y con las que llegarás a derramar lágrimas de emoción. No es una crítica social, ni una amenaza, pero simplemente, dejarse llevar con esta película, puede ser bastante fácil si es la época que te ha tocado vivir. Todo era muy complicado, había muchos tabúes y existía un machismo desmesurado. Afortunadamente, cada día más hombres y mujeres mejoran sus dotes comunicativas y el veto es mucho menor.
Es una película de recuerdos, de historia y de momentos que quizás sentimos haber vivido de otra manera en 1992. La adolescencia es la protagonista de este viaje. Celia, una niña de once años, conoce a su nueva compañera y de un día para otro le cambia la vida. La forma de sentir, la forma de ver la vida e incluso, la forma de pensar. Entra en una vida adolescente donde, por ejemplo, la castidad y la sexualidad es uno de los grandes secretos e investigar sobre ello, resultaba complicado. No podemos olvidar, que la historia está desarrollada en un colegio religioso de monjas y podía dificultar mucho las cosas. En aquella época, la mejor docencia era la de las monjas y se enseñaba bajo el poder divino de Dios.
Hay algo que me gustaría destacar de esta película y es que la sensibilidad, inocencia e inexperiencia de las actrices crean la calidad perfecta para interpretar unas situaciones que ni ellas se imaginaban vivir. Un juego que les ha llevado a crear una producción española, con Natalia De Molina de actriz de reparto y con la presencia en festivales naciones e internacionales, como es Málaga y Berlín. (Valoración: 7/10)