El pasado sábado tuvo lugar la Nuit Blanche en París. Esta iniciativa nació en el año 2002 en esta misma ciudad con el objetivo de acercar la cultura y el arte a las calles y a los ciudadanos. Su acogida fue tal que, en poco tiempo, la idea fue desarrollada en distintos puntos de Europa y del resto del mundo. Por supuesto, nuestro país también se hizo eco rápido, empezando por Madrid y siguiendo por un amplio número de lugares.
Hoy en día esta noche sigue celebrándose en nuestras ciudades. No es para menos, pues las ciudades españolas cuentan con la riqueza patrimonial y artística suficiente para sacarla a gala, mínimo, una noche al año. Con el ocaso del día, estas joyas conocidas y desconocidas se convierten en transeúntes que se mezclan con transeúntes que desean dejarse embriagar por ello. Así, el descubrimiento, el redescubrimiento y el asombro quedarán garantizados para todo aquel que desee pasear entre esta explosión. Además, todas las ramas del arte tienen cabida aquí, y aunque el foco está puesto en el arte contemporáneo, la historia y cultura tradicional de cada lugar tienen, por supuesto, un papel fundamental aquí.
Performances musicales, pasacalles de lo más peculiar, museos abiertos al público durante todo el tiempo que dure la jornada, obras de arte in situ… Multitud de actividades son realizadas en esta noche, y lo mejor, accesibles a todo el mundo y, en su mayoría, gratuitas, por lo que no hay ninguna excusa para no entregarse a esta oportunidad que nos oferta esta oda al patrimonio cultural de nuestra tierra.
Las noches en blanco suelen tener lugar durante el mes de octubre, por lo que algunas de ellas ya han pasado, sin embargo, hay ciudades que prefieren la primavera o el verano para celebrar su particular fiesta del arte, por lo que, ¡apunta las fechas para que no se te escape ninguna!
Comenzando por el Sur, Sevilla celebró su Noche en Blanco el pasado 4 de octubre. Bajo la organización de Sevillasemueve, una multitud de actividades fueron propuestas a las sevillanas y sevillanos que quisieron sacar partido de este evento. Si ya de por sí Sevilla reluce por sí sola, gracias a actividades como las del pasado viernes es posible descubrir todas las joyas ocultas que alberga la capital hispalense, además de multitud de espectáculos con la música, la danza o la poesía como protagonistas. Los enclaves turísticos y culturales más sonados, así como los edificios un poco más recónditos abrieron sus puertas para convertirse en escenarios de estos eventos, donde no faltó el repaso científico e histórico, conmemorando el V Centenario de la Vuelta al Mundo de Magallanes.
Un poco menos habrá que esperar para disfrutar de otra joya del Sur, pues en Granada la noche del arte se celebra en primavera. En su última edición celebrada el pasado mayo, la ciudad gozó de una gran variedad de espectáculos, conciertos y recreaciones históricas esparcidas por distintos puntos de ésta. Evocando su pasado y su potente poso artístico y cultural, pero sin cerrar la puerta la modernidad y a las innovaciones, el ambiente festivo, folclórico y deportivo se hará no solo con sus calles, plazas y monumentos, sino que conquistará, también, a cada uno de sus visitantes.
También en primavera tiene lugar este evento en Valencia y Barcelona, con la particularidad de que en estas ciudades el foco se pone en los museos, que durante esa noche son totalmente gratuitos y accesible para todos aquellos que deseen visitarlos. Manteniendo la esencia de esta noche, avivar y facilitar la accesibilidad a la cultura a la población, estas ciudades ensalzan la importancia de los museos como conservadores e incentivos de ésta.
Bilbao salta de estación y aprovecha la llegada de la época estival para sacar su esencia a relucir. El pasado junio se organizaron para la vigésima edición de la Gau Zuria más de 30 actividades entre las que se incluían espectáculos de luces y sonido, música o proyecciones de mappings. En A Coruña la Noche en Blanco también tiene lugar en primavera, aunque en esta ocasión se suma un componente comercial, y es que las tiendas permanecen abiertas hasta media noche. A este ambiente de bullicio y jolgorio se le suma aquel que trae consigo la música y los espectáculos que, tal como ocurrió el pasado mayo en la zona comercial Obelisco, acompañan por las calles.
Madrid, al igual que París, vivió su noche del arte el pasado 5 de octubre, tal como ocurrió en la capital parisina. Sin embargo, una ciudad como esta, que tanto estima tiene a la causa, no puede limitarse a una noche al año. Por ello, y aunque no se trate exactamente de los mismos espectáculos, del 18 al 20 de octubre tendrá lugar Madrid Otra Mirada (MOM), una fiesta que pone a disposición de los visitantes los edificios históricos y patrimoniales más emblemáticos de la ciudad, pero también aquellos más desconocidos, con el fin de enaltecer todos los tesoros culturales que alberga la capital.
Estas ciudades, sin embargo, no son las únicas que celebran la Noche en Blanco, pues cada vez son más los puntos de nuestra geografía que se suben al carro de esta iniciativa parisina con el objetivo de revalorizar y dar a conocer el enorme y admirable patrimonio artístico y cultural que se esconde entre la historia y las calles de nuestros pueblos y ciudades, y que no deja de crecer cada año, como deja en evidencia esta festividad.