¡Qué decir de William Shakespeare (fuera quien fuese)! ¿Cómo introducir a alguien de quien se ha hablado tanto sin desperdiciar palabras, con lo importantes que son? Aunque si hay alguien que aún no haya leído a uno de los dramaturgos más famosos de todos los tiempos, este puede ser un buen punto de partida para conocerse.
La obra de Shakespeare tiene una gran influencia en el presente, sobre todo en el terreno amoroso. Parte de los tópicos románticos a los que recurrimos deben su significado a nuestro amigo Will. ¿Quién no ha oído nunca a alguien decir que está viviendo “un amor a lo Romeo y Julieta” o que está “tan celoso como Otelo”? Aunque suele ocurrir que detrás del tópico de cada obra se esconde mucha más historia con la que, seguro, no querríamos tener ninguna coincidencia.
Hemos de reconocer, no obstante, que ninguna de sus historias fue una novedad absoluta pues de amor, traición, celos, pasión, muerte, espera y fantasía, ya se había hablado antes. Si los títulos del inglés tienen más vigencia en nuestra mente que las de ningún otro que haya tratado temas similares, es porque su popularidad ha sido insuperable (casi).
Escribió sus obras en la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII (murió en 1616), pero los argumentos de la mayoría de ellas, salvando las distancias, siguen teniendo vigencia. Aquí os dejamos cuatro recomendaciones que podríais disfrutar ahora mismo como si el mismísimo William Shakespeare las hubiera lanzado la semana pasada. ¡A ver cuándo hace un Q&A y nos cuenta todos los entresijos!
(Es interesante saber, antes de abrir una obra de Shakespeare, que él nunca pensó en transcribir sus dramas y tragedias para leerlas con posterioridad. El Bardo de Avon, sobrenombre con el que se le conoce, escribió la mayoría de sus piezas para representarlas en ese momento, y no para que trascendieran. No fue hasta después de su muerte que se recopilaron por escrito y se comercializaron. El dramaturgo, además, no solo tenía en mente una escenificación, sino que pensaba exactamente en el personaje de la compañía representaría cada papel).
Otelo (1604)
A pesar de querer huir de los clásicos dentro de la obra del clásico, es difícil evitarlos todos. Podemos pasar por alto recomendar Romeo y Julieta, o Hamlet, pero con Otelo haremos una excepción.
Otelo es, por excelencia, una historia de celos infundados. El protagonista, Otelo, es un moro que, debido a sus éxitos en el campo de batalla, es nombrado gobernador de Chipre. En su andadura le sigue Desdémona, su mujer. Yago, un veneciano envidioso de la suerte de Otelo, hace un trato con Rodrigo, un hombre enamorado de Desdémona. El plan consiste en sembrar la duda de los celos en Otelo tanto, que termine con su matrimonio y con su gobierno.
Más allá de cómo la mente humana es moldeable, y de lo fácil que es infundarnos sospechas. Otelo habla de cómo una persona se vuelve irracional con los celos, de cómo nuestra mente conecta causas y razones infundadas en sospechas que no tienen nada de verdaderas.
Pero además de todo eso, Otelo da la vuelta a los papeles, y eso es muy interesante. El moro (siempre mirando la historia con los ojos del XVII), es el gobernador exitoso, el que sabe comportarse y el que actúa, al menos al principio, de manera justa y honorable. Por otro lado, Yago es el veneciano, el castizo; pero al mismo tiempo el rabioso que traza un plan maligno contra quien no puede superar.
Además, habla de una de las máximas más actuales, que siempre estará de moda: “El enemigo de mi enemigo es mi amigo.
Sueño de una noche de verano: (1595)
Siempre pensamos en Shakespeare por sus dramas románticos y sus tragedias sangrientas. Pero más allá de todo eso, que es admirable igualmente, Shakespeare tiene una variedad de comedias y poemas que resultan igualmente reseñables.
Sueño de una noche de verano es, por ejemplo, una comedia que se disfruta en el siglo XXI como cualquier libro contemporáneo. Es una historia que mezcla amor, casualidad, fantasía y magia.
Tiene dos historias que se conectan en la obra. Por un lado, un grupo de cuatro enamorados, y casi ninguno correspondido. Hermia está comprometida con Demetrio, pero ama a Lisandro. Antes de la boda, deciden fugarse para poder amarse sin impedimentos, con la mala suerte de que Hermia le confiesa su plan a su amiga Helena. Ella, enamorada de Demetrio, el prometido de Hermia, le cuenta la fuga que tienen ideada los amantes, sin más excusa que el enamoramiento por Demetrio, que la ciega.
Unos se lanzan en búsqueda de los otros, y estos huyen de quienes los persiguen hasta terminar en un bosque donde sufren un encantamiento. Pero como en toda comedia, los efectos no son los esperados: Los dos hombres se enamoran de Helena, cuando ninguno la amaba antes.
Esa noche se vive en el bosque una jornada de magia, hadas y encantamientos en la que se ve envuelta, de manera similar a los enamorados, una compañía de teatro.
Los sonetos de Shakespeare
Shakespeare escribió más de cien sonetos de tema amoroso. A pesar de que la poesía no sea el género más popular hoy en día, estas composiciones son sencillas y cortas. Son poemas de 14 versos. Además, la retórica Shakespeariana no es como otras, rebuscadas e imposibles, sino sutil y cuidada.
Estos son, por ejemplo, algunos de esos sonetos:
Sin ti, tengo los ojos en mi mente,
Y aquellos que me guían paso a paso
Sus funciones las cumplen sólo en parte;
Creen ver, mas en verdad son ciegos:
Pues forma alguna al corazón revelan
De ave, flor o bulto perceptible;
Ni a la mente objetos comunican
Ni en sí mismos retienen las visiones,
Pues vean trazo tosco o delicado,
Rostro dulce o deforme criatura,
La montaña o el mar, el día o la noche,
El cuervo o la paloma, ven tus rasgos.
De ti ebria, mi mente verdadera
Es fábrica de turbias falsedades
(Soneto 113)
Estando a tu merced, soporto luego
La cárcel soledosa de tu ausencia
Y ofrezco dócilmente ambas mejillas
Sin acusarte de injusticia alguna son
(Cuarteto del soneto 58)
Cuento de invierno (1610)
No es de las obras más conocidas del autor, pero sí de las más completas. Cuenta la historia de dos reyes amigos de la infancia que se reencuentran, Leontes y Políxenes. Tras un tiempo juntos, Políxenes decide partir, y el otro hace todo lo posible por detenerlo. Envía a su esposa, Hermione, para tratar de evitar su partida y cuando su mujer tiene éxito en la empresa y regresa embarazada, Leontes sospecha que el hijo puede no ser suyo.
A partir de entonces, la historia se torna en drama, muerte injusticia y castigos injustos. Las tramas se prolongan en el tiempo, de modo que conocemos cómo evoluciona la vida de los personajes con los años.