Algo pasa con Amaia de España. Esta frase ya se dijo a inicios de concurso, y así fue: Amaia I de España ganó el talent show más visto del año, Operación Triunfo. Durante el concurso, la pamplonica mostró su faceta más auténtica, cargada de naturalidad, espontaneidad y de su verdadero yo. Todo ello unido a su extraordinaria voz y a su talento musical, la llevó a encabezarse directamente hacia la victoria del primer puesto, así como a representarnos en el festival de Eurovisión con el cuarto finalista y actual pareja, Alfred García.
Desde entonces, ningún medio ha querido perderle la pista. Sus compañeros han ido sacando singles: Teléfono, de Aitana Ocaña; Hay algo en mí, de Miriam; Yo ya no quiero na, de Lola Índigo… E incluso otros ya se han atrevido con su primer disco, como Cepeda y Principios. Cada concursante se ha puesto sus límites, sus metas, su tiempo y sus proyectos. No existe una rivalidad que los haga competir unos contra otros. Eso ha sido una de las tantas maravillas que nos ha ofrecido esta edición.
A pesar de no tener noticias próximas de un disco o single, Amaia Romero no para. El pasado sábado la ex triunfito se coronó con su primer sold out en el Teatro Real de Madrid. No hay duda de que Amaia es querida y aclamada por ese público que la llevó a la victoria, puesto que cantó delante de 1200 personas. Una niña de 19 años llena un teatro de la capital a la hora del vermut, el concierto se ofreció un sábado a las 12:30h del mediodía, una hora poco inusual para un concierto. Una hora como Amaia, al fin de cuentas, poco frecuente.
La cantante nos deleitó con versiones de canciones conocidas. Una de ellas fue Miedo, de M-Clan, canción que cantó en la final, y por otro lado, la versión de la canción de Maluma «Felices los 4», hizo que las redes extasiaran.
A pesar de su extrema sencillez en todos los aspectos, su estilismo tampoco pasó desapercibido. Para esta ocasión escogió un vestido midi, recto y sin mangas de color verde aguamarina con detalles blancos que aparecían desde el cuello hasta el bajo del vestido de la tienda Les Fleurs Vintage. La verdadera fantasía fueron, nuevamente, las sandalias nude de tacón bajo y grueso que la cantante lleva concierto tras concierto y que han enamorado a un público que las busca incluso debajo de las piedras. Son de la firma por la que apuesta en repetidas ocasiones, Paloma Wool(139€).
Un tacón considerable y con seis tiras que utiliza para bailar y taconear. Corresponde a un diseño de María II que desprende personalidad y que se mueve en un abanico cromático (beige, magenta, crudo y verde) que garantiza la versatilidad. En el caso de Amaia, ha servido para convencernos de que ella y su talento se hacen de querer tanto dentro como fuera de la Academia.