Una de las mejores cosas que tienen los días invernales de frío y lluvia es la oportunidad de detener el tiempo. Muchos planes se cancelan, da pereza hacer cualquier cosa, y la mayor tentativa es quedarte en casa y hacer algo tranquilo. ¿La mejor idea? Un libro y una manta. Además, si eres fan del té, puedes acompañar ese momento con una humeante taza que te mantenga calentito y que además, es muy beneficioso para la salud.
El té inglés, uno de los países más fanáticos de esta bebida, es una perfecta opción para acompañar a una lectura de buena mañana. Leer nada más despejarse, incluso despejarse con el calor que esa taza de té desprende mientras te adentras en una lectura es de lo mejor. Dentro de las múltiples marcas que pueden encontrarse, la P&G es una de las que más consumen en las casas y suele acompañarse con un chorrito de leche fresca que le aporta ese sabor especial. Basta con conseguir que el color del té pase de marrón oscuro o negro a un color arcilla. A este té le pega un libro inglés, uno que te transporte a alguna de las ciudades del país de los británicos, a sus mañanas frías y húmedas, a sus costumbres, a su elegancia. Por ejemplo, una buenísima opción con la que arrancarse sería Historia de dos ciudades, de Charles Dickens, una novela ambientada a finales del siglo XIX entre París y Londres.
También por la mañana, pero más a eso del medio día, cuando el sol ya está en lo alto y si pillas ese punto donde entra directamente por la ventana puede llegar a ser calentito, es un momento fantástico para coger la manta y dejarte llevar por una buena historia. Mueve el sofá, la silla, o directamente coge un cojín y échalo al suelo allí donde el sol entra en tu casa. El mejor té para este momento es el té verde. Uno de los más conocidos, de los sabores más neutrales (que no por ello menos fascinante) que puede mezclarse con cítricos. Contiene teína, propiedades antioxidantes y un aroma delicioso. Un clásico al que le pega otro clásico. Coge uno de esos libros de cabecera que todo el mundo te dice siempre que tienes que leer, de los de autor de renombre. Por ejemplo, Gabriel García Márquez es una gran idea. Relato de un náufrago es una lectura amena, corta e interesante. Una no ficción, una historia real de un hombre que estuvo una semana a la deriva en el mar sobre una lancha.
Por la tarde, después de comer, cuando todo el mundo está en silencio, es buen momento para poner el agua a calentar y agarrar un buen libro. El té Matcha es uno de los sabores que más de moda se están poniendo en los últimos años y no nos extraña, porque es espectacular. Es una variante del té verde que tiene más concentración de propiedades antioxidantes y vitaminas por ser un producto machacado de la hoja original. Aunque generalmente se vende en polvo, puedes comprarlo en bolsas ya preparadas. Una de las mejores maneras de tomar el Matcha es acompañándolo de leche, incluso algunos lo edulcoran con canela o vainilla. Para este sabor meloso y dulce, lo mejor es una buena historia de amor. Coge esa novela romántica, ya sea cómica o trágica, que te haga palpitar el corazón, te devuelva la fe en el amor y te haga contener el nudo en la garganta. Hablando de corazones, una historia maravillosa y sorprendente es Esucharás mi corazón, de Alessio Puleo. El autor italiano nos cuenta la historia de Ylenia, una joven que desconoce la grave enfermedad cardíaca que tiene. Cuando conoce el amor más puro, tierno y apasionante de su vida en su compañero de instituto, descubrirá que ese órgano que tantas emociones está sufriendo últimamente es terriblemente delicado, y que por ello, no le queda demasiado tiempo para vivir ese amor tan desinteresado. La cuenta atrás no le influye solo a Ylenia, cuya vida se acaba poco a poco, sino a Alessio, que ve cómo el amor de su vida se apaga sin que él pueda hacer nada por evitarlo. ¿O sí?
A última hora de la tarde viene de lujo un té de jengibre y miel. A esta mezcla explosiva de sabores le viene estupendo un libro del mismo estilo, de esos que mezclan géneros: amor, aventura, intriga… En España tenemos a un maestro en mezclar la realidad histórica más cotidiana con una intrigante aventura llena de riesgos y aventura: Carlos Ruiz Zafón. El catalán, desgraciadamente fallecido este año, nos dejó uno de los libros con más tirada de las últimas décadas, La sombra del viento. Daniel Sempere es hijo de un librero y ha vivido siempre rodeado de libros, sus mejores amigos. Cuando cumple 12 años llega a sus manos un libro cuyo autor le atrapa tanto como sus historias. Cuando Daniel trata de encontrar más cosas sobre el escritor, se topará con un muro opaco: Nadie ha oído hablar de él, y quien lo ha hecho no quiere contarle nada. Así Daniel pasará su adolescencia intentando encontrar a Julián Carax y descubrir su historia. Cuando quiera darse cuenta, la sombra de Carax lo habrá cogido a él y perseguir su fantasma le llevará a embarcarse en una aventura tan fascinante como arriesgada, donde los libros son tan protagonistas como los humanos.
Y cuando llega la noche, lo mejor antes de dormir es una buena historia y una taza caliente bajo las sábanas. Elige un té rooibos, con calcio, hierro y flúor entre otras propiedades, y lo más importante, sin teína para poder conciliar el sueño. Leer antes de acostarse es, además, un hábito maravilloso que deberíamos luchar por no perder. Y para ayudarnos a soñar, qué mejor que una historia de fantasía o de ciencia ficción. Esa que, aunque sabemos que nunca podría pasarnos por lo irreal de su argumento o de sus personajes, nos parece tan real que nos hace creer en lo imposible. Laura Gallego es reina indudable de ello. La escritora española publicó en 2004 La Resistencia, la primera entrega de la trilogía de Memorias de Idhún, un libro que ha atrapado a adolescentes desde hace más de quince años y que sigue haciéndolo cuando ya no son tan adolescentes. La Resistencia mezcla el mundo terrenal con otros ficticios; los seres humanos con los fantásticos, la magia, dragones, serpientes y unicornios y los problemas mundanos con el fin del mundo