La pasada semana Dolce & Gabbana presentaron su colección de Alta Moda, en Nápoles, concretamente en la Piazza Pretoria de Palermo. El lugar elegido fue todo un acierto ya que era una maravilla ver desfilar las piezas maximalistas creadas para tal ocasión.
En los primeros instantes del desfile pudimos hacernos una idea del espectáculo al que íbamos a asistir: la música de ópera nos invitaba a regresar a la época renacentista y/o victoriana con vestidos barrocos, tocados y coronas mezcladas con piezas más actuales como abrigos de plumas y mini faldas. Sobre la pasarela pudimos ver trajes con grandes ornamentaciones, bordados, aplicaciones y dorados llevados a su máxima expresión.
Tantos los vestidos con volúmenes exagerados y cuidados hasta el más mínimo detalle como los trajes de corte más clásicos estaban llenas de color, encajes negros, flores y transparencias que no dejaban nada a la imaginación.
Los diseñadores italianos tenían muy claro lo que querían conseguir con este desfile: volver a dejar a los asistentes con la boca abierta y superarse una vez más. Para ello utilizaron sobre las modelos un maquillaje muy sutil en el que destacaban sus labios en color burdeos; grandes coronas y tocados muchos de ellos inspirados en iconos tradicionales italianos y flores por doquier.
Como colofón final a este baile de volúmenes, piezas bordadas y derroche de color hubo fuegos artificiales y música en directo. Y así fue como Domenico y Stefano nos invitaron a vivir una especie de cuento de hadas en el que nada era cursi y todo parecía real. Disfruten del espectáculo.