Virtual, casi presencial, mágica y sobre todo, digital. Estamos viviendo la Semana de la Moda de Milan más atípica hasta la fecha. Son tiempos inciertos en los que la moda ha deconstruido sus pilares para conseguir presentar sus colecciones pese al Covid.
La experiencia de la temporada Spring/Summer 2021 será inolvidable: los diseñadores han convertido o los desfiles, en muchas ocasiones, en experiencias individuales y electrónicas, a través de gafas de proyección, simulaciones o incluso, como en el caso de Moschino, a través de muñecas que, en un mundo imaginario, lucían sus diseños.
Moschino
Y es que la pandemia, vino a transformar completamente la moda, desde las prendas que vestimos hasta la manera de presentar colecciones con maniquíes o con fashion films, en esta ocasión el diseñador Jeremy Scott sacó su lado más creativo y decidió presentar su colección de Primavera 2021 de Moschino en la Semana de la Moda de Milan
En un set en miniatura y con modelos, invitados como Anna Wintour y hasta el propio Jeremy Scott se convirtieron en marionetas para presenciar este desfile de moda fuera de serie de la firma italiana.
Scott llamó a Creature Shop de Jim Henson, los creadores de los Muppets, para realizar este espectáculo de fantasía en el que los títeres se vistieron con los 40 looks de la colección.
A todo este espectáculo también hay que añadir que la atmósfera que Moschino preparó, nos traslada a los comienzos de los desfiles de moda, antes de los años cincuenta, cuando los diseñadores presentaban sus colecciones en recintos privados para un público exclusivo, la definición más pura del front row.
Fendi
Fendi presentó su colección semi presencial, ya que una parte es digital. Es la modalidad restringida a causa del COVID-19, que obliga a que solo unos pocos sean invitados a apreciar el desfile cuerpo a cuerpo. Según explicó Silvia Venturini Fendi, se tomó inspiración durante el confinamiento, pasado en familia y con las diferentes generaciones reunidas en la casa romana.
Por ello, la paleta de las prendas juega en las tonalidades del trigo, la miel, la leche y el café, con generosas dosis de celeste, y blancos y negros “cinematográficos”.
Entre los materiales, el lino, símbolo de pureza, cobra protagonismo junto al algodón, las plumas y las pieles para realizar túnicas transparentes y delantales de seda y vestidos con estampados florales descoloridos.
Entre los accesorios destacan las nuevas versiones de los bolsos Baguette, adornados con velos de seda bordados y con el logo FF en piel acolchada. También cestas en PVC reciclado que se alternan con las pequeñas de tipo picnic y las maletas de lona.
Dolce & Gabbana
En una Semana de la Moda de Milan marcada por la crisis sanitaria internacional, Dolce&Gabbana ha subido hace unas horas a la pasarela sus nuevas propuestas de cara a la próxima primavera-verano, una serie de prendas que vuelven a estar inspiradas en la tradición italiana una vez más. Desde sus comienzos, los diseñadores siempre han buscado inspiración en los distintos rincones de su país natal, y esta vez han querido rendir homenaje a los edificios clásicos de Sicilia utilizando como referente sus tradicionales azulejos y poniendo en valor la tradición artesanal de la región.
De esta manera, han presentado una serie de prendas hipercoloristas y brillantes en las que el patchwork ha ejercido como hilo conductor, sin dejar de lado el icónico maximalismo de la casa e introduciendo elementos característicos como el encaje, los tejidos con estampado mix and match o las aplicaciones de pedrería.
En casi todas las propuestas de esta pareja de diseñadores se mezclaron los retazos de telas de diferentes estampados, flores, geométricos o rayas.
Un estallido de color para las faldas de vuelo y vestidos de inspiración años 60, ya repetidos en otras colecciones, pero esta vez con los originales y llamativos retazos completamente diferentes unos de otros. Como complemento estrella, Dolce&Gabbana apuestan por las botas altas para llevar con faldas o minifaldas.
En definitiva, una Semana de la Moda de Milán diferente, donde aunque la pandemia puso en cuestión los desfiles, un tercio de las grandes marcas de la moda asumió el reto de celebrar su fashion week, la cual se recordará el dramático año 2020, marcado por el temido Covid-19.