Aunque poco se habla de ella, la Semana de la Moda de Shanghai comenzó el pasado 13 de octubre con una lista de diseñadores chinos cada vez más consistentes, donde mostraron sus últimas creaciones para la primavera. Junto con el surgimiento en el país de una cultura de diseño independiente, un cambio tanto en el modo de pensar y de consumo, con unas costumbres y deseos minoritarios, también ha aumentado al mismo tiempo el número de tiendas y boutiques dispuestos a darle una nueva oportunidad a los talentos locales.
En esta edición de primavera de 2016, finalizada esta última semana, los asistentes a favor de todo, desde cortes en capas, el negro como color predominante, haciendo a su vez de sombra, combinado con blanco o colores muy vivos presente en vestidos a medida y en la variedad de las texturas de los tejidos. Por otro lado, los accesorios principales eran los bolsos de los propios diseñadores, gafas de sol, muchas de ellas con lentes de espejo plateadas o brillantes, sombreros de ala ancha y las chaquetas al estilo motero con detalles metálicos.
Algo muy destacable de esta semana de la moda es el estilo “vintage”. Un estilo presente en la vestimenta de ambos sexos y que revoca a la época de oro de Shanghai, entre los años 20 y 30.”
Hace pocos años, un público muy diferente acudía la semana de la moda. Las tiendas y el interés por la moda se ubicaban en el exclusivo distrito comercial de la ciudad, Xintiandi. Hoy en día, los compradores de toda China, así como otra gente proveniente del extranjero, se están uniendo a los medios de comunicación y otros actores de la industria, en busca de una mayor repercusión tanto a nivel social como a nivel global. Pero el interés por dicho evento también se hace cada vez más evidente en el resto de la sociedad, los espectadores interesados también pueden visualizar detenidamente el desfile de moda en la misma calle (suponemos que a través de alguna pantalla o medios de comunicación) y cada vez son más los revendedores que comercializan entradas para los espectáculos.