El rey tuerto, una película escrita y dirigida por Marc Crehuet y protagonizada por Alain Hernández y Miki Esparbé. Un film inspirado en una obra de teatro que, de alguna forma, han querido trasladar a la gran pantalla, digo de alguna forma, porque parece que el cine se queda sin ideas e intenta copiar al teatro para poder llegar a un cine que conecte con el público, pero bajo mi punto de vista, fracasó.
La película trata sobre un agente de masas que deja tuerto a un manifestante y por circunstancias de la vida se encuentra cenando una noche frente a él en su casa. El director ha intentado, repito, intentado porque no logrado, crear una comedia llena de humor sarcástico que finalmente saca risas pero no las que debería. La finalidad del proyecto era conseguir hacer una crítica social sobre la realidad que vivimos, hecho que si que ha plasmado a la perfección, aunque con un final caótico, haciendo un guiño al ‘Ojo que todo lo ve, el gran hermano’ haciéndonos creer que todo está controlado por los ‘malos’ y nos están observando constantemente.
Finalmente, entra a concurso, un año más, una película en la Sección Oficial del Festival de Cine de Málaga que llega con unas grandes expectativas y un reparto de lujo pero deja un tuerto, un policía loco y una mujer obsesionada con cursillos de cocina. ¿Hay que recomendar este cine fuera de nuestras fronteras o quiere quedarse simplemente en las pantallas del Teatro Cervantes? ¡Suerte, la necesitaréis!