Es el primer desfile de Dior en la era pos-Covid, y eso lo convertía, en uno de los más esperados de la temporada. Maria Grazia Chiuri italianiza la casa francesa llevándose la colección crucero 2021 y el desfile a su terreno, concretamente en la Piazza del Duomo de Lecce, en el sur de Italia, lugar en el que nació su padre y en el que ella veraneaba de niña. Allí ha trasladado la magia y el poderío de Dior, porque en este trabajo ha bordado sus sentimientos y sus recuerdos con un noble objetivo, ayudar a los artesanos y los artistas locales.
El decorado, hecho con una instalación de 30 000 bombillas de colores que recuerda a las fiestas populares del Mediterráneo, es obra de la artista Marinella Senatore y, como ya es habitual, muestra frases y mensajes como «I will make everething beautiful around me», o «We rise be lifting others». Desde la llegada de Chiuri, Dior ha mantenido un importante papel con la sociedad, haciendo activismo en favor del feminismo, la inclusión, la sostenibilidad, el trabajo artesano y las tradiciones, la cultura de diferentes países que tanto ha dado y enriquece a la moda.
La colección es sencilla, sin artificios ni fantasía. La bandera de tejidos lleva linos puros, algodón, seda, satén, jacquard, encaje rústico, flecos hechos a mano. Chiuri apuesta por la costura tradicional y la artesanía con vestidos fáciles de llevar que se combinan con corsés, abrigos de cachemira y joyas inspiradas en el arte helénico del Museo Arqueológico de Taranto, en Apulia, donde la influencia griega es muy fuerte. Además propone trajes de rayas, vestidos en blanco roto, vestidos hechos con un patchwork de pañuelos bordados a mano por artesanos locales, vestidos con estampados y aplicaciones de amapolas, arándano o, espigas de rafia, vestidos con volantes y vestidos que centellean en la noche con sus bordados de perlas y lentejuelas.
Como complemento, las modelos llevaban un pañuelo en la cabeza, otro guiño a sus abuelas y a las campesinas del sur de Italia, que daban el toque nostálgico a una colección mágica e innolvidable, y es que Dior, sin duda, ha vuelto a sorprender.