Tiene licencia para matar y ha conseguido colarse en el imaginario colectivo de varias generaciones de amantes y partícipes de los conflictos del Servicio Secreto Británico en la gran pantalla. Y es que, si alguien dice 007, automáticamente se viene a la cabeza el nombre de James Bond. La saga inspirada en las obras literarias de Ian Fleming y llevada al cine de la mano de Albert R. Broccoli es considerada un hito de las películas contemporáneas de acción y aventura, y nos guste más o menos, todos conocemos al personaje que ha sido encarnado por caras tan conocidas como Sean Connery, Pierce Brosnan o Daniel Craig.
Tanto las aventuras que se llevan a cabo en las distintas películas como los personajes que dan vida a la trama son protagonistas del éxito de estos filmes, sin embargo, existe algo esencial para el desarrollo de la acción y que acompaña a estos protagonistas en sus misiones más arriesgadas, y esto son los artilugios tecnológicos que salen en las películas. Sin embargo, las herramientas no pasan desapercibidas, no son simple atrezo del rodaje, sino que llaman la atención por su relevancia en la trama, y, especialmente, por lo adelantadas que están a su tiempo. Muchos de los objetos tecnológicos usados por Bond, sus compañeros y sus enemigos ni siquiera existían cuando la historia fue evocada por primera vez, pero actualmente forman parte de nuestro día a día. En otras palabras, la visión futurista de esta saga ha logrado, en su mayor parte, hacerse realidad. La ficción se ha adelantado a nuestra realidad actual, y hoy te traemos alguno de esos artefactos que tan comunes pueden parecer hoy, pero que en su momento fueron pura fantasía.
- El propulsor
No es difícil evocar en nuestra cabeza la imagen de una persona propulsada a través de cañones de agua sobre el mar, simulando volar sobre las aguas y alcanzando grandes velocidades. Esta imagen que se está volviendo tan habitual ya nos la muestran en Operación Trueno, donde aparece un propulsor camuflado en una mochila que portaba Sean Connery para escapar con más agilidad de sus enemigos.
- Los coches automáticos
Los coches son otro de los elementos que mayor relevancia tiene en esta saga. En El mañana nunca muere Pierce Brosnan conducía un fantástico BMW 750 iL, pero en esta ocasión la conducción no se efectúa de manera ordinaria, sino que el protagonista pilotaba el vehículo desde la parte trasera a través de su teléfono móvil (un smartphone que se desactiva a través de la huella dactilar, otro avance adelantado a su tiempo). Este ejemplo de ficción nos demuestra que, una vez más, se adelantan, pues los coches inteligentes y automáticos circulan como uno más por las carreteras, con acceso a internet y la posibilidad de circular sin apenas intervención del conductor.
- Los relojes inteligentes
Con láser, teléfono o pulsómetro, los relojes inteligentes son un accesorio imprescindible a lo largo de la saga, y juega un papel casi protagonista en muchas de las escenas principales de películas como GoldenEye o Casino Royale. Si bien es cierto que los relojes de Bond cuentan con muchas más utilidades y están mucho mejor desarrollados, este elemento ya no forma parte de un futuro irreal, sino de un hecho para muchas personas que llevan en su muñeca su teléfono móvil, un contador de calorías o pulsaciones, e incluso un medidor de nuestras horas de sueño.
- Las gafas inteligentes
Si bien es cierto que este invento aún no forma parte de nuestro día a día, al menos tal como las presentan en las películas, con capacidad de escáner de rayos X o cámara incluida, la evolución en el mundo de la óptica es de las más notables de los últimos años. Tanto es así que, pese a no ser exactamente pertinente en la visión, es precisamente a través de unas gafas como podemos apreciar una realidad virtual y formar parte de un mundo distinto, simplemente, colocándonos este aparato.