En la entrega de los Oscar de 2009 la española galardonada Penélope Cruz comenzaba su discurso evocando sus orígenes en la periferia madrileña, pero no lo hizo de cualquier forma, sino que comenzó diciendo: “I grow up in a place called Alcobendas”. Lo que a simple vista puede parecer una frase ordinara es, verdaderamente, un hito en la historia de los discursos, pues ha quedado grabado en el imaginario colectivo como un momento especial asociado a esta actriz.
Como este, son muchos los discursos que trascienden la noche de la ceremonia, pues, más allá de la entrega de los premios por el reconocimiento profesional a los actores y actrices, parte de la magia de estas noches residen en las palabras de agradecimiento, de corte reivindicativo o apelando directamente a las emociones que los premiados pronuncian. Por ello, con motivo de la próxima celebración de la XXXIV edición de los Premios Goya, que tendrá lugar el próximo 25 de enero, y con de la 92a ceremonia de los Oscar, repasamos algunos de los discursos que mayor huella han dejado en los últimos años.
- Antonio Banderas, Premios Goya 2015
La familia suele estar presente en muchos de los agradecimientos de los premiados, son el pilar de su éxito y los actores y actrices les comparten también este reconocimiento. Padres, abuelos e incluso hijos tienen cabida en sus palabras, pero hay uno que se sale ligeramente del tópico de agradecimiento para mostrar arrepentimiento. En la gala de los Goya de 2015 Antonio Banderas, tras recibir el Goya de Honor, habla de la vocación que siente por su profesión, pero también se acuerda de su hija, a quien dedica el premio y le pide públicamente perdón por perderse “sus mejores planos, sus mejores secuencias” pero ser “su mejor producción”.
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- Michael Moore, Oscar 2003
No todos los discursos destacan por la emotividad, hay otros, como este de Michael Moore tras recoger el galardón por su documental Bowling for Columbine, que acaban entre abucheos y siendo interrumpidos debido a su gran contenido político discrepante con muchos de los asistentes a esa celebración. En esta ocasión, las críticas del cineasta se dirigían al presidente George Bush y a la invasión de Irak recién comenzada en aquel entonces, proclamando que viven una realidad “ficticia” con un “presidente ficticio”, cosa que no fue en absoluto bien acogida.
- Candela Peña, Premios Goya 2013
Estas entregas de premio son un altavoz con gran capilaridad en la sociedad, por lo que no son pocos los actores y actrices que los utiliza como plataforma de reivindicación. Una pistola en cada mano le otorgó a Candela Peña en 2013 la posibilidad de hacerse con el cabezón y, así, poder alzar la voz contra la situación de los servicios públicos, denunciando la precariedad en la que falleció su padre y la incertidumbre sobre qué tipo de educación pública podría darle a su hijo.
- Halle Berry, Oscar 2002
La cuestión de la mujer en el cine es uno de los temas más nombrados en las galas, y es que aún hoy son muchas menos las mujeres actrices cuyo trabajo es reconocido, y su presencia es mucho más inferior que la masculina. Es por ello que son muchas las actrices que han dado visibilidad a la situación, han denunciado los abusos, la diferencia salarial y la falta de oportunidades que las mujeres sufren en su profesión. Dentro de los grandes discursos que han dado muchas mujeres contra el machismo que salpica, también, el cine, cabe destacar el discurso de Halle Berry en los Oscar de 2002 por Monster’s Ball, donde, como ella misma proclamó, se abrió una puerta y, con ella, nuevas oportunidades, pues fue Halle la primera mujer negra en recibir este premio.
- Jesús Vidal, Premios Goya 2019
La pasada edición de los Goya, el actor protagonista de la película Campeones nos dejó uno de los discursos más bellos de todas las ediciones. Jesús Vidal rompe barreras en una declaración de intenciones a favor de la diversidad y la inclusión, también, en el mundo del cine. Un discurso cargado de emotividad, humildad y agradecimiento, donde tienen cabida todas las personas que hicieron posible ese premio, pero sobre todo tiene cabida el amor, presente especialmente en la maravillosa frase con la que cierra su intervención: “Queridos padres: a mí sí me gustaría tener un hijo como yo, porque tengo unos padres como vosotros”.