Los efectos del COVID-19 en el Made in Spain

Si algo está claro es que el Covid-19 ha puesto patas arriba nuestra vida. Esta pandemia, que ya ha dejado más de 16.000 fallecidos ha hecho que España se resguarde en el calor de sus hogares para evitar posibles contagios.

Y así, abril comienza con las ventanas cerradas para todos nosotros. Las calles están vacías y las persianas de los locales echadas. El mundo se ha paralizado. Tanto, que el índice económico no hace más que preguntarnos “y entonces, ¿ahora qué hacemos?”. Porque la crisis a la que nos dirigimos pretende causar el mismo impacto que la ya sufrida en 2008.

Por lo que, sobra decir que muchas empresas y particulares se verán afectadas. No obstante, uno de los ámbitos que más nos preocupa es el de la moda, y más concretamente, el de la moda Made in Spain. Porque este sector, el cual lidera el 2,9% del PIB nacional, siendo uno de los principales impulsores de la economía española, ha paralizado su producción para solidarizarse por la causa, y cada día se aprecian numerosas iniciativas que despiertan esperanzas en la sociedad.

Además, en nuestro país, el Made in Spain es un valor añadido, ya no solo en cuanto a talento y creatividad, sino en calidad, artesanía y proximidad. Y hoy más que nunca, la producción nacional requiere el apoyo que se merece.

Ahora mismo, el día a día de los creadores no está siendo un camino de baldosas amarillas. A ellos también les preocupa qué pasará durante los próximos días y cómo afectará esta pausa a su negocio. Sin embargo, la gran mayoría ha optado por mantenerse activo y cambiar sus prioridades, como Juanma Capón, alma máter de Lexdeux: “A ver, lo llevamos como podemos, pero teniendo en cuenta que ahora mismo lo más importante la salud, los artesanos tenemos en nuestra mano el poder cambiar nuestras prioridades. Quiero decir, si la parte de producción y venta está cerrada porque estamos en nuestras casas, podemos disfrutar de la parte creativa. Quizás es el momento de pensar y de repensar lo que ya hemos hecho, de esbozar nuevas ideas, de reestructurar nuestro plan empresarial… Las posibilidades son infinitas”, nos explica.

Quizás es el momento de pensar y de repensar lo que ya hemos hecho, de esbozar nuevas ideas, de reestructurar nuestro plan empresarial… Las posibilidades son infinitas”, Juanma Capón, alma máter de Lexdeux.

Por eso, hay a quienes no les da las horas del día, aunque también tratan tomárselo con calma. ¿La razón? Hallar esa paz interior para crear grandes colecciones. “Ahora estoy encontrando esos espacios de paz creativa que tanto necesitaba y le estoy sacando partido. No es fácil, porque lo que está pasando es triste. No obstante, ver tanta solidaridad y empatía entre las personas resulta inspirador”, nos cuenta Sabina Deus, directora creativa de D the Brand.

Porque iniciativas hay, desde campañas benéficas de influencers y celebridades hasta visitas guiadas (cibernéticas, eso sí) por las maisons más icónicas de la historia de la moda. A nivel nacional, el mundo de la moda se ha volcado en la lucha contra el coronavirus. Muchos artesanos han decidido mancharse las manos a pesar de las complicaciones, con donaciones o reinventando su propio modelo de negocio. “Estamos muy preocupados, es una situación grave. Sin embargo, ahora mismo toca estar muy activos, y desde ACME estamos intentando que las instituciones comprendan el drama que ha supuesto esta situación y ver cómo podemos salir de esta sin que haya consecuencias devastadoras”, nos cuenta Pepa Bueno, directora de la Asociación de Creadores de Moda Española (ACME).

«ACME, como asociación, ha conseguido que se distribuyan 70.000 mascarillas entre el hospital que se ha levantado en Ifema y Cáritas. Si nosotros hemos podido hacerlo, es que es posible», Pepa Bueno, directora de ACME.

Sin embargo, no podemos pasar por alto el hecho de que uno de los grandes golpes a los que se ha tenido que enfrentar la moda española es a la carencia del textil industrial de nuestro país. Actualmente, el gobierno se ha gastado cientos de millones en comprar material sanitario como batas médicas y mascarillas a países como China y EEUU. ¿El motivo? La incapacidad de autoabastecerse. “Pero no habría que importar, habría que promover nuestra propia producción, demostrar que somos capaces de hacerlo. Porque ACME, como asociación, ha conseguido que se distribuyan 70.000 mascarillas entre el hospital que se ha levantado en Ifema y Cáritas. Si nosotros hemos podido hacerlo, es que es posible”, argumenta Pepa Bueno.

Por otro lado, cuando todo pase y la normalidad vaya apareciendo de manera paulatina y sin prisas, la moda Made in Spain necesitará más apoyo que nunca. Porque la crisis económica será inevitable y solo juntos, tal y como ya anticipa el lema de esta pandemia, saldremos de esta. “El sector de la moda es clave para la economía española, por su potencial, su crecimiento y por ser un gran generador de empleo. Apoyar la industria nacional siempre fue primordial para nosotros y esperamos que ahora también lo sea para más empresas y consumidores”, nos explica la directora creativa de D the Brand. Porque además, todo apunta a que la sostenibilidad será el punto de partida de un nuevo (y único) estilo de vida: “Probablemente, la gente se plantee comprar solo las cosas que realmente necesita. Quiero creer que la compra masiva bajará. Será la necesidad real lo que prime en las decisiones de cada individuo. Será el momento de rescatar prendas, una sostenibilidad casi al 100% con una perpetuidad en el tiempo”, nos dice Juanma Capón, diseñador de Lexdeux.

«No nos olvidemos que el hecho de centrar la atención en el discurso nos lleva a estar rodeados de productos innecesarios, pero de valor simbólico», Sabina Deus, directora creativa de D the Brand.

Teniendo en cuenta que la moda es un concepto que va mucho más allá de las tendencias y de los productos, y que es el viento que mece las hélices de cualquier cambio político, social, económico, histórico o cultural, a muchos consumidores esto podría servirles como terapia de choque para dejar de comprar de forma masiva y comenzar a concienciarse (y concienciar) de un consumo mucho más sostenible y, sobre todo, de calidad.  “No nos olvidemos que el hecho de centrar la atención en el discurso nos lleva a estar rodeados de productos innecesarios, pero de valor simbólico. Esto es algo que surgió con el marketing y la publicidad cuando apareció la sociedad de consumo. No siempre fue así. Así que, ojalá toque volver a centrar la atención en los productos y en sus cualidades”, argumenta Sabina Deus.

Sea como fuere, ‘El Made in Spain’ se prepara para una época de cambios que los obligará a apostar por originales formas de llegar a una población que también sufre las consecuencias del Coronavirus. Como resultado, el e-commerce podría verse favorecido, al igual que la fusión entre tecnología y moda. No obstante, sacando el lado positivo, esta pausa podría ser lo que la industria de la moda necesitaba para respirar, analizar lo había a su alrededor y reinventar sobre lo inventado.

Al fin y al cabo, a pesar de que la moda es capaz de unir, separar, crear y romper; la conciencia de la gente es quien mueve el mercado. Y hoy más que nunca, nuestros creativos necesitan de nosotros.