Los Globos de Oro siempre han sido una de las ceremonias más importantes y esperadas por cineastas y cinéfilos. Y aunque estos premios siempre han estado a la sombra de los Oscars, funcionan muy bien como quiniela para ver cuáles son los mejores trabajos del año. La gala, apodada “la antesala de los Oscars”, lleva unos años en serio peligro de extinción. Y es que su organización interna, su criterio y sus intereses se han vuelto aspectos muy turbios. Una pena porque algo que debería honrar al cine y a sus creadores está manchando poco a poco el mundo del séptimo arte.
Después de toda la información filtrada gracias a investigaciones, hechas sobre todo por el periódico estadounidense Los Angeles Times, los Globos de Oro tienen las horas contadas. El problema reside, en parte, en que la organización está salpicada por la corrupción y los escándalos en relación a intereses que no responden a la parte artística o cinematográfica. Pero, por si fuera poco, los socios que forman los Globos de Oro tienen de todo menos diversidad. Ni una sola persona de color, escasas mujeres y gente de mucha edad. Todo esto nos da una imagen de gente agria y rancia, gente que no puede ser objetiva y no puede reconocer lo mejor del cine.
Después de todo este jaleo, de las acusaciones de racismo y machismo, de la corrupción y los sucios intereses, han querido lavar un poco su imagen. ¿Cómo? Con promesas. Anunciaron en varios comunicados que iban a incorporar más mujeres, personas de color y más gente joven. Un intento tardío por ampliar su diversidad y generar un criterio más amplio a la hora de repartir sus galardones. Pero esta respuesta nunca ha convencido del todo, porque aunque haya cambios y mayor pluralidad, jamás podremos saber quién maneja de verdad los hilos y si lo hace sin corromper el mundo del cine.
Y por si fuera poco, hace unos días estalló la noticia que colmaba el vaso. La NBC confirmó que no retransmitirá la edición de los Globos de Oro de 2022. Prácticamente un golpe definitivo, ya que la cadena es una de las más importantes en Estados Unidos y es un pilar fundamental para la agrupación de cine. Los millonarios derechos televisivos son los que sustentan en gran medida los Globos de Oro y la NBC ya ha confirmado que si no aprecia cambios significativos no volverá a retransmitir la ceremonia. ¿Será este el final de los premios o se salvará por algún lado?
Y todo esto, obviamente, tiene repercusiones en el mundo del cine, en los cineastas y las estrellas más reconocidas. Tom Cruise devolvió sus tres Globos de Oro, como mensaje hacia la organización. Algo que ha dado mucho que hablar y ha puesto a más gente, si cabe, en contra de los premios. Pero no solo eso, sino que por ejemplo Ava DuVernay criticó duramente a la organización, al igual que Shonda Rhymes, la cual propinó un tremendo mazazo. Pero, sin duda, lo más sonado fueron las palabras de Scarlett Johansson. ¿Quién será el siguiente?
Es triste ver cómo algo que nació para honrar y reconocer el mérito se convierte en algo lleno de intereses y corrupción. Los Globos de Oro lo tienen muy difícil si quieren sobrevivir. Solamente un cambio drástico en su organización y un saneamiento en sus críticos daría un aire fresco y adaptado a los nuevos tiempos. Ese enfoque es indispensable para que se haga justica cada año y se reconozcan los mejores trabajos que da la industria cinematográfica.