A través del confinamiento muchas personas descubrieron nuevas aficiones en las que pasar las largas horas del confinamiento. Algunas personas les dio por la repostería, otras por el maquillaje, manualidades, también tuvo mucho éxito el deporte y la vida saludable…pero hubo una que también se hizo su hueco: el #Cottagecore. Y es que podríamos decir que más que un hobbie, se podría considerar una nueva forma de ganarse la vida. Una afición que surgió de un simple hashtag de algunas celebrities como Taylor Swift acabó convirtiéndose en una nueva obsesión y remarcando las prendas de punto hechas a mano.
Es aquí donde coge especial popularidad el gorro de crochet, también conocido como gorro de “ganchillo”. Una prenda ideal para protegernos del frío pero también del sol, lo que la convierte en una prenda ideal para los meses de entretiempo. Pero su practicidad no es lo único que los hizo populares, sino más bien el mérito es de algunas poderosas platafomas como Tiktok, Instagram, Etsy y Vinted, que se encargaron ( y se siguen encargando) de mostrar los trabajos manuales de muchos jóvenes que han acabado sacando su propia marca o tienda, o simplemente se dedican a vender sus propias creaciones.
Uno de los ejemplos de personas que han llevado a cabo este tipo de acciones es Ella Emhoff, hijastra de la vicepresidenta de EEUU, Kala Harris. Esta joven ha destinado su cuenta de Instagram a llenarla de prendas hechas a mano por ella misma.
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No fue la única, ya que la influencer Mia Regan (novia de Romeo Beckham), también ha lucido gorros de este tipo en diferentes ocasiones en sus redes sociales. Bella Hadid fue otra de las influencers que se apuntó a esta tendencia luciendo este tipo de prenda en muchas de sus fotos vacacionales.
Pero no solo podemos verlo en nuestras queridas influencers, sino también en muchas firmas de lujo que han creado sus propios diseños de gorros tejidos con diferentes tonos, para dar un toque colorido a estos meses de frío donde reina la esperanza.
Esta tendencia nacida en el confinamiento no se ha conformado con quedarse ahí sino que volverá a reinar en nuestro 2022 y no solo en invierno, sino también en los meses de entretiempo e incluso los calurosos.
La fiebre del crochet ya empezó en 2020 y desde allí su ascenso ha sido imparable. La técnica del ganchillo es sinónimo de un espíritu relajado y versátil.